Ayer jueves continuamos con nuestro programa de terapia asistida con perros, impartido por Pedro de la clínica veterinaria CLIVEAL.
Pero la visita de ayer fue muy especial, porque no fue Nala, la dálmata que ha venido desde el principio del programa, la que acompañó a nuestros usuarios, sino un cachorro de Dálmata de dos meses llamado Chico.
Todos disfrutaron muchísimo con “Chico”, con su espontaneidad, sus ganas de jugar, su simpatía, sus muestras de cariño. Parece mentira, pero es increíble observar como este tipo de interacciones genera, tanto en el animal como en los abuelos, una conexión especial que hace mucho más ameno y sencillo el hecho de estimularles cognitivamente.
Preciosos momentos los vividos ayer, y sumamente beneficiosos los resultados de la intervención con Chico.
La semana que viene más.
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