La granada, esa fruta que cuesta tanto desgranar, nuca mejor dicho, ha resultado ser desde hace unos años, una fuente de salud inagotable, y es que a los ya beneficios antioxidantes reconocidos científicamente en esta fruta (limpia las arterias, reduce el colesterol, previene la acumulación de células tumorales, etc.), hay que unir los resultados del último estudio clínico realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Londres. En dicho estudio se ha comprobado cómo el zumo de Granada ayuda a reducir los depósitos de las proteínas tóxicas que se acumulan en nuestras neuronas hasta que mueren.
Es decir, la granada ayuda a contener esa acumulación de beta amiloide y Tau, que así se llaman las proteínas nocivas que provocan en la mayoría de los casos el mal de alzhéimer.
Ojalá estos prometedores resultados sirvan para ampliar y mejorar las investigaciones de nuevos métodos de prevención de la enfermedad.