
Se ha hablado clásicamente de esta entidad para referirse al deterioro cognitivo asociado a la depresión. La depresión en el anciano se suele presentar con síntomas que pueden simular un proceso demencial (enlentecimiento, pérdida de interés en actividades, dificultad para nombrar objetos,…). Si bien no estamos ante una demencia real, algunos estudios señalan que estos sujetos tienen mayor riesgo de padecerla en un futuro. El seguimiento de los pacientes con depresión de inicio tardío y sin deterioro cognitivo, mostró que muchos de ellos se convirtieron inequívocamente en dementes.