“Me llamo Rafael, y padezco el Mal de Alzheimer.
Lo sé porque en algunas ocasiones me asaltan recuerdos y una extraña lucidez.
Siento que a veces sufro o estoy contento, porque los sentimientos pertenecen al Reino del Corazón, no al de la Memoria, que día a día me está abandonando.
Entre esta neblina que cubre mi mente, sopla en ocasiones una brisa que me muestra el mundo cómo yo lo conocí: Mi Mundo;
Pero ni siquiera sé sí esa claridad es real,porque, en ocasiones olvido que recuerdo, y en otras recuerdo que se me olvidan cosas…
De vez en cuando intento recordar a mí manera, y me invento recuerdos…
Casi nunca reconozco a mis propios hijos, y algunas veces al recordar que me olvido, me esfuerzo y creo reconocer, o lo intento, (o me imagino,no lo sé) a cualquiera cómo mí hijo, pero no sabré nunca la verdad…
Soy un experto en olvido, por eso me duele, a mí manera, que me olviden aunque yo no lo sepa;
Porque yo ya no se casi nada, pero mis sentimientos siguen intactos, aunque no siempre los entienda o los pueda compartir, pero sigo teniendo frío, calor, vergüenza y en algunas ocasiones, miedo;
Pero nunca se lo cuento a nadie.
Hablo poco, muy poco, cada vez menos, la verdad, pero cuando hablo lo hago con corrección y conocimiento;
Porque no es el Conocimiento el que me está abandonando… es la Memoria.
Muchas veces me siento sólo, triste y deprimido, pero no puedo expresarlo, sólo sentirlo…
Lo único que puedo ofrecer es una sonrisa, cuando me siento, a mí manera, contento, cuidado y feliz…
Añoro algo, o a alguien, no lo sé… y quizás nunca lo sepa, pero lo que sí sé es que me gusta que me cuiden, que me hablen (aunque yo no conteste) y que me traten como lo que soy: una persona.”
Autor: Marcos Corujo
Recita: José Francisco Díaz-Salado (La Voz Silenciosa)