La orientación temporal depende de varias áreas del cerebro, especialmente aquellas encargadas de la memoria y la planificación. En las demencias, estas áreas se ven afectadas por la degeneración neuronal, lo que provoca la dificultad para recordar fechas pasadas o proyectarse hacia el futuro. Esto puede manifestarse de diferentes maneras:
- Desorientación sobre qué hora es o qué día de la semana es.
- Confusión sobre estaciones del año o eventos importantes, como cumpleaños o festividades.
- Incapacidad para recordar eventos recientes o incluso planes para el día.
Aunque la alteración de la orientación temporal es una característica común de las demencias, existen estrategias sencillas que pueden ayudar a mejorar la comprensión del tiempo y reducir la angustia de la persona afectada:
- Uso de calendarios visuales
Colocar un calendario grande y visible en el lugar donde la persona pasa más tiempo, con indicadores claros de los días de la semana, las fechas y las actividades programadas. Esto ayuda a crear un punto de referencia constante. - Relojes grandes y digitales
Usar relojes digitales que muestren la hora en formato grande y claro. Algunos modelos incluyen también el día de la semana y la fecha, lo cual puede resultar muy útil. - Establecer rutinas diarias
Las rutinas predecibles proporcionan seguridad. Realizar las actividades diarias a la misma hora, como las comidas, el baño o la hora de acostarse, ayuda a la persona a asociar momentos del día con actividades específicas. - Hablar con claridad y con calma sobre el tiempo
Usar frases sencillas para explicar el día o la fecha, como "Hoy es lunes, es el día para ir a la tienda", o "Estamos en primavera, la estación en la que florecen las flores". Repetirlo si es necesario, de forma tranquila y sin correcciones abruptas. - Usar dispositivos de asistencia
Existen dispositivos como relojes y asistentes virtuales que indican la hora, el día y la fecha, y que pueden configurarse para emitir recordatorios sobre actividades importantes.
La alteración de la orientación temporal es una de las dificultades comunes en las personas con demencia, pero con estrategias simples y consistentes, podemos brindarles mayor seguridad y bienestar. Al ser conscientes de estas necesidades y adaptarnos a ellas, no solo mejoramos su calidad de vida, sino que también podemos reducir la ansiedad y fomentar un ambiente más positivo tanto para la persona con demencia como para sus cuidadores. La clave está en la paciencia, la comprensión y la adaptación continua.