Pues bien, en esta línea situamos el descubrimiento reciente de un grupo de investigadores de la Clínica mayo, en Estados Unidos, los cuales han concluido que el uso frecuente de ordenadores y participar en actividades sociales y de ocio, previene la aparición de dicho deterioro.
Algo que, por otra parte, parece evidente, ya que mantener activo nuestro cerebro de esta forma no solo mejora las funciones cognitivas sino el estado emocional de las personas.