Miércoles, 03 Mayo 2017 13:41

LA PERCEPCIÓN DE DOLOR EN EL MAL DE ALZHEIMER

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Dolor D

Se ha comprobado que las personas que padecen alzhéimer o demencias afines perciben el dolor con una intensidad diferente a la del resto de la gente.

En algunos casos, como ya hemos explicado en anteriores entradas, el umbral del dolor está afectado hasta el punto de sentir sensación de dolor ante la más mínima situación que pueda provocarlo.

Pero en otras muchas ocasiones, el efecto de la enfermedad produce el efecto contrario, es decir, los enfermos tienen menor sensación de dolor porque su umbral se haya tan descompensado que la percepción de desagrado es mínima ante cualquier estímulo disruptor.

Por eso hoy queremos compartir con vosotros este monográfico extraído de Alzhéimer Universal, en el cual se explica de qué manera afrontar este difícil y complejo síntoma demencial.

 Hay pruebas de que las personas con enfermedad de Alzheimer reportan dolor con menos frecuencia en comparación con adultos sanos. También reciben menos medicamentos contra el dolor. Pero lo que no está claro es si las personas con Alzheimer perciben menos dolor, tienen una incapacidad para reconocerlo, o no pueden comunicar que están sufriendo. “Aunque descubrimos que su capacidad para detectar el dolor se redujo, no encontramos evidencia de que las personas con enfermedad de Alzheimer estén menos angustiadas por el dolor”.

Para averiguar, los investigadores estudiaron las respuestas al dolor en dos grupos de adultos mayores (65 años o más), uno compuesto por individuos sanos y el otro compuesto por personas con diagnósticos clínicos de la enfermedad de Alzheimer.

Estimulación térmica psicofísica y 3 años de estudios

El estudio de tres años utilizó una estimulación térmica psicofísica para examinar y explorar los autoinformes de dolor en los dos grupos. Los participantes con Alzheimer estaban físicamente sanos, verbalmente comunicativos y capaces de proporcionar una puntuación de dolor verbal.

“Comparamos el umbral de percepción para tres intensidades experimentales de dolor por calor y los reportes de desagrado asociados con cada uno”, dice Todd Monroe, profesor asistente en la Escuela de Enfermería de la Universidad de Vanderbilt. “Encontramos que los participantes con la enfermedad de Alzheimer requerían temperaturas más altas para reportar sensación de calor, dolor leve y dolor moderado que los otros participantes.

 

Lo que no encontramos fue una diferencia entre los dos grupos al informar de lo desagradables que eran las sensaciones en cualquier nivel”. El hecho de que los participantes en ambos grupos reportaron un desagrado similar en presencia de dolor leve y moderado parece refutar una larga hipótesis de que la tolerancia al dolor está alterada en personas con Alzheimer, dice.

“Aunque descubrimos que su capacidad para detectar el dolor se redujo, no encontramos evidencia de que las personas con enfermedad de Alzheimer estén menos angustiadas por el dolor ni que el dolor se vuelva menos desagradable a medida que su enfermedad empeora”, añade Monroe.

Se necesita más estudio, dice, pero cada vez es más claro que los proveedores de atención médica deben evaluar si un paciente con enfermedad de Alzheimer está en el dolor mediante una variedad de métodos, incluyendo escalas de dolor, cambios de comportamiento y respuestas no verbales como expresiones faciales. Esto será especialmente crítico en las últimas etapas de la enfermedad cuando muchos pacientes tienen dificultades para comunicarse. “Estamos en el proceso de análisis de los datos de neuroimagen de este estudio, que esperamos que más elucidar los cambios en la neurobiología del dolor en la enfermedad de Alzheimer”.

“A medida que la gente envejece, el riesgo de desarrollar dolor aumenta, y como la población de adultos mayores sigue creciendo, también lo hará el número de personas diagnosticadas con la enfermedad de Alzheimer”, afirman.

Mejorar los cuidados paliativos

“Necesitamos encontrar maneras de mejorar el cuidado del dolor en personas con todas las formas de demencia y ayudar a aliviar el sufrimiento innecesario en esta población altamente vulnerable”.

Otros investigadores de Vanderbilt y Royal Melbourne Hospital colaboraron en el estudio, el cual fue apoyado por la Fundación John A. Hartford, Mayday Fund, la Oficina de Vanderbilt de Desarrollo de Científicos Clínicos y Traslacionales, Vanderbilt Clinical and Translational Research Scholars Program y el NIH National Institute on Envejecimiento.

Los hallazgos fueron publicados recientemente en BMC Medicine.

Fuente: Vanderbilt University. Why pain can go untreated in people with alzheimer’s. Futurity. Health and Medicine.

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