Viernes, 27 Diciembre 2013 12:05

¿QUÉ ESCONDE LA LARGA SOMBRA DEL ALZHEIMER? DOLOR SOCIAL Y FAMILIAR

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Las demencias en general y en particularla demencia tipo Alzheimer, tendrá un “crecimiento” y “desarrollo” exponencial camino al 2050 y se ha transformado en un cambiante desafío con imperativo geo-político, ético, moral, familiar, asistencial y sanitario, de alcance local, regional y global.

Después de los 65 años y más c/5 años se duplica la posibilidad de padecer este tipo de enfermedad, es decir que para el 2050 se puede cuadruplicar esta enfermedad a escala local, regional y global. Comprender la interacción y “potenciación” de los co-factores no genéticos y genéticos sobre los aspectos mitocondriales, moleculares y sobre las “ómicas”, con lo cual se abre la “puerta” a una visión global, integral e integradora del proceso continuo en este tipo enfermedad neurodegenerativa.

 

Sabiendo que el Alzheimer es la “nueva” frontera entre la demencia más importante del siglo pasado y de comienzos de este siglo, a lo que debo agregar la demencia por VIH/sida lo será en la segunda mitad del Tercer Milenio.

Cómo médico gerontólogo clínico y social y Máster en Cuidados Especializados de Familiares y Enfermos con Alzheimer, trato de introducir un nuevo e innovador enfoque en el largo proceso de la gestión, logística y “alianzas” estratégicas con los profesionales del sector y de la educación e industria alimenticia, con el objetivo de crear una “red” en la construcción de la “prevención” e “intervención precoz” camino al 2050.

En este escenario las estrategias de intervención son multi-propósito, no farmacológicas (INF) y farmacológicas, ya sea de forma conjunta o en “solitario”; las cuales están en función de las necesidades del enfermo, el entorno, el proceso de la enfermedad y la del familiar cuidador.

Cuyo objetivo general es brindar “contención”, “capacitación”, “asesoramiento” y “achicar” los costos del cuidado para el puzle enfermo-familiar-cuidador-Sistemas de Salud.
Sabiendo que se ha avanzado mucho en los últimos 100 años en el campo del “manejo” y curación del cáncer, no así en el tratamiento y la “curación” de la demencia tipo Alzheimer cuya relación es “10 a 0″.

Una socia infaltable para esta enfermedad es el envejecimiento demográfico, la longevidad prolongada, como el aumento de la expectativa de vida asociada a la enfermedad crónica y degenerativa, la cual ya no es patrimonio de los países de la Tercera Ola, sino que es un problema de características globales, con diferencias entre países y dentro de los mismos, centrales y periféricos. Motivo por el cual las ENT y en particular la demencia tipo Alzheimer es un nuevo desafío local, regional, global y socio-sanitario.

A escala global existe alrededor de 44 millones de enfermos, de estos guarismo podemos pasar a 135 millones camino al 2050.

La longevidad “prolongada” si bien es cierto que es un logro social y sanitario principalmente, el 38 % de los 46 millones se encuentran en los países de la Tercera Ola, pero con el crecimiento del tsunami demográfico en los países periféricos el 71 % de los casos estará en los países en desarrollo, lo cual se constituye un doble problema para estos países, que no ha terminado de luchar con las enfermedades infecciosas, desnutrición y parasitarias, y deberán “resolver” los complejos desafíos de las ENT y en particular la demencia tipo Alzheimer que afecta a escala local, regional y global.

Sin bien es cierto que el “futuro” no existe en el  contexto del Tercer milenio, los países periféricos tienen un doble desafío la gestión de la incertidumbre del cambio de época y la de las Enfermedades No Transmisible, entre ellas la demencia tipo Alzheimer.

Entre el beta-amiloide y otras proteínas y los ovillos neurofibrilares (tau) el componente vascular (endo-peri-vascular-adventicia) lo debemos tener en cuenta como un protagonista activo, que siempre ha estado presente en el “crecimiento” y “desarrollo” de la neuro-degeneración y en particular en la demencia tipo Alzheimer.

Factores “desconocidos” hasta la actualidad como la adventicia vascular es un “factor” que no es tenido en cuenta al momento de investigar “factores” modificables que pueden estar interviniendo en el desarrollo de esta neuropatología, ya que este “frente” de intervención no ha sido tomado en cuenta.

Todos los que estamos en la investigación neurobiológica y neuropsico-social sabemos de los diferentes tipo de lesiones “mudas” en el SNC sin repercusión clínica de los microinfartos silentes cerebrales, pero cuando realizamos TAC de cerebro, RMNI de cerebro, encontramos lesiones vasculares en la sustancia blanca, la cual se hace “visible” por su hiperintensidad (Leucoaraiosis), como expresión de lesión vascular y asintomática.

¿Qué rol tiene este tipo de micro-lesión vascular “silente” en la sustancia blanca?

¿Cuál es su protagonismo a lo largo de la evolución de las demencias y en particular en la tipo Alzheimer?
El FR vascular existe y es real en la macro-economía funcional y en la anatomía cerebral, por lo cual la debemos tomarla como “diana” terapéutica precoz modificable, en el contexto de las demencias y en particular en la demencia tipo Alzheimer.
La demencia conlleva, el deterioro progresivo de las funciones cerebrales superiores, como el lenguaje, razonamiento, orientación, que son controladas por la memoria. Con el déficit de las funciones cognitivas pueden coexistir alteraciones en el control emocional, la conducta social o la motivación.

Esta enfermedad puede coexistir con el ictus, la HTA, la diabetes tipo II y la Fibrilación Auricular (FA), como patologías más frecuentes asociadas al envejecimiento patológico.

Todos conocemos el alcance de la “larga sombra del Alzheimer” lo que no sabemos es cómo modificar o enlentecer su crecimiento y desarrollo de la enfermedad, nuestro principal desafío es modificar la historia natural de la enfermedad, ya conocemos sus “huellas”, desconocemos sus causas, hemos “identificado” a algunos de sus desencadenantes, hemos desarrollados métodos, y sólo disponemos de Herramientas No Farmacológicas (HNF), que por ahora pueden dar contención, asesoramiento, respuestas a las cambiantes realidades del día a día de los enfermos y de sus cuidadores familiares.

“Retrasar” la evolución o modificar la historia natural de la enfermedad debe ser nuestro principal objetivo, conocemos las “dianas” terapéuticas modificables (HTA, FA, Diabetes tipo II, obesidad, el Ictus cerebral, alimentación y la soledad subjetiva), actuemos en consecuencia sobre todas ellas de forma precoz y activa.

Si bien es cierto que no curaremos la demencia tipo Alzheimer por ahora, si podremos modificar la historia natural de la misma, sabiendo que retrasando cinco años el desarrollo de este tipo demencia (Alzheimer), le “torceremos” el brazo a la enfermedad, contribuyendo de esta manera a reducir a la mitad el número de muertes prematuras y evitables de millones de personas camino al 2050.

 

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