Si bien en estos casos la patología suele iniciar precozmente (antes de los 60 años) los síntomas clínicos y la evolución de la patología son iguales a las de las formas esporádicas.
El 90% restante de los casos de Alzheimer no son familiares sino esporádicos. Sin embargo, también existen casos -muy poco frecuentes- en los que determinadas alteraciones genéticas muy específicas dan lugar a variantes heredables de la enfermedad.
En resumen, existen dos tipos de enfermedad de Alzheimer:
- Alzheimer de aparición temprana, en el que los síntomas aparecen primero antes de los 60 años y es mucho menos común que el de aparición tardía; sin embargo, tiende a empeorar rápidamente. Puede ser hereditaria y ya se han identificado varios genes.
- Alzheimer de aparición tardía, que es la forma más común de la enfermedad y que se presenta en personas mayores de 60 años. Puede ser hereditaria, pero el papel de los genes es menos claro.”
Para saber más sobre otras cuestiones relacionadas con la enfermedad podéis consultar directamente la página web knowalzheimer.com.