Como siempre, elaboramos nuestros disfraces entre todos, con la inestimable colaboración de los familiares que nos ayudaron a conseguir los típicos sombreros de pico y los mantones de manila.
Y PARA REMATAR LA FIESTA, NUESTRA “BARQUILLERA”, PIEDAD, REPARTIÓ BARQUILLOS Y ROSQUILLAS CASERAS PARA DELEITAR NUESTROS PALADARES, YA QUE ESTABAN RIQUISIMAS.
Y es que cualquier fiesta de estas características es muy útil para trabajar diferentes aspectos de la estimulación cognitiva, como la ocio terapia para la creación de los disfraces, o las reminiscencias, al recordar como celebraban ellos el carnaval en su juventud, la musicoterapia cuando bailamos durante la celebración, y la motricidad cuando utilizamos la música para movernos siguiendo el ritmo.
De repente, nuestro centro se convirtió en una verbena de chulapos y chulapas llenos de chulería y salero, que se reunieron para bailar, reír y disfrutar al son de la música de Don Carnal.
Lo pasamos genial.
Y lo más importante de todo ha sido la alegría compartida que durante la fiesta ha inundado todo el centro de día.
Por momentos así merece la pena revivir cada una de las fiestas y tradiciones más importantes de nuestro País, así que solo nos queda decir, ¡¡¡VIVA EL CARNAVAL!!!!!
Próximamente, más fotos en nuestra galería.