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Unos 31.00 euros al año es el coste estimado que supone cuidar a un enfermo con demencia alzhéimer. Un dato significativo teniendo en cuenta que el salario medio en nuestro país es de 24.0000 euros anuales. Una cantidad excesiva para ser sufragada única y exclusivamente por las familias cuidadores, y además a esta estimación hay que añadirle el gasto sanitario que le supone a la sanidad publica cada enfermo.

Estos son los resultados más reveladores y preocupantes extraídos del último informe elaborado por la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) en colaboración con Cinfa, “Consecuencias de la enfermedad de alzhéimer y otras demencias en los cuidadores familiares”. Dicho informe no solo analiza el impacto de la enfermedad sino que ofrece 78 propuestas para ayudarles a hacer frente a esta situación.

Como venimos anunciado desde hace tiempo, ahora es el momento de llevar a la práctica medidas que ayuden a hacer frente a la inmensa y devastadora epidemia de salud que está al llegar.

Coincidiendo con la celebración del Campeonato Nacional de Puzzles, que se llevó a cabo la pasada semana, muchos expertos han coincidido en hacer hincapié en la importancia de realizar puzles para mantener nuestra mente ágil y sana.

Y es que, aunque a algunos les parezca una tarea monótona y aburrida, hacer puzles es una estupenda tarea de concentración que mejora los niveles de atención, razonamiento y juicio, además de mantener la mente ocupada, alejándola de pensamientos negativos.

Está claro que muchos van a tener que plantearse esta sencilla y magnifica tarea de ocio para ejercitar eficazmente su cerebro.

Según un último estudio realizado conjuntamente por 7 países europeos, entre ellos España, la capacidad de los seres humando para mantener los niveles de estrés bajo control es fundamental para mejorar nuestra salud cerebral y para crear una barrera protectora frente al mal de alzhéimer.

Tal es así que, los niveles altos de ansiedad y estrés son un importante factor de riesgo asociado a las demencias neurodegenerativas.

Interesante dato y crucial para disponer de una herramienta más en la lucha contra este tipo de enfermedades. 

Una de las mayores necesidades que tiene la sociedad con respecto al alzhéimer es el hecho de aumentar la sensibilización y el grado de concienciación para con la enfermedad, los afectados y los cuidadores. Y es por eso que en Tokyo han ideado una interesante y original idea para conseguir dicho objetivo.

Un restaurante donde quienes trabajan son enfermos de alzhéimer, y en el que puedes pedir una cosa y acabar comiendo otra totalmente diferente a lo que has pedido.

Concienciar con el sentido del humor para hacer ver a la sociedad que estos enfermos aún pueden seguir siendo parte activa de ella, es una de las mejores iniciativas que se han logrado con este mini experimento social.

Merece la pena concienciar así.

Esta es una de esas noticias que nos encanta compartir con todos vosotros, porque nos enseña una de las lecciones más importantes de la vida, que no hay ninguna dificultad que no se pueda combatir con AMOR.

En este caso, el amor de una hija hacia su madre, enferma de alzhéimer, a la que varias veces al día le da la noticia de su embarazo, porque a su madre se le olvida, y cada vez que ella le cuenta a su madre que está embarazada, la enferma se sorprende, se emociona y se alegra como si fuera la primera vez que oye la noticia.

No os perdáis el video porque sus caras de felicidad lo dicen todo.

En esta ocasión ha sido la universidad Canadiense “British Columbia”, la que ha vuelto a incidir en los numerosos efectos protectores de la práctica diaria de ejercicio físico para ayudar al cerebro de los enfermos con demencia alzhéimer. No solo es positivo, sino que se ha constatado que enlentece o retarda la progresión de la enfermedad.
No está de más tener en cuenta este dato para llevar a la práctica este estupendo factor protector.

Hay veces que una simple entrevista puede ser mil veces más esclarecedora que un libro de doscientas páginas. Este es el caso de la entrevista que queremos compartir con vosotros a continuación. En esta ocasión, el entrevistado es Antonio Carmona, componente del conocido grupo musical Ketama, el que abre su corazón al mundo, y cuenta cómo ha vivido el alzhéimer largo y duro que sufrió su padre, el mítico guitarrista de flamenco, Juan Habichuela.

Merece la pena leer testimonios así, no solo por la repercusión social que puede tener el hecho de que alguien conocido haga público este tipo de problemas, sino por la claridad meridiana, la sencilla y el profundo cariño con el que ha hablado sobre la enfermedad que le robó a su padre, mucho antes de morir. 

No dejéis de leerla, hay veces que el dolor también puede ser la mayor muestra de amor.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Wisconsi publicaron hace unos días en la revista “Neurology” el resultado de sus investigaciones.

Resultados que han resultado ser muy esclarecedores en cuanto a la relación entre el mal de alzhéimer y las mutaciones genéticas.

Los investigadores han descubierto que las personas portadoras de la variante Val66Met en el gen BDNF sufren un deterioro mucho más rápido de las funciones cognitivas básicas, como la memoria o el razonamiento.

Interesantes conclusiones para poder establecer nuevas vías de investigación en torno al mal del olvido.

Hace unos días se celebró el Día internacional del Libro, y a raíz de dicha celebración un grupo de expertos de la Fundación ACE Barcelona (Alzheimer Treatment & Research Center) aprovecharon para incidir en la importancia de mantener el mayor tiempo posible el hábito de la lectura en los enfermos con Alzheimer, ya que dicho hábito ayuda a estimular y mantener las funciones cognitivas retrasando el avance de la enfermedad. Cómo bien han señalado desde la Fundación "la capacidad lectora es uno de los procesos que se pueden mantener hasta los estadios más avanzados de la enfermedad".

Mañana 13 de abril se celebra el día internacional del beso. Y que mejor forma de conmemorarlo que haciendo referencia a uno de los primeros libros sobre el mal de alzhéimer en el que se hace referencia a lo que hoy conocemos como “MEMORIA EMOCIONAL”, esa parte afectiva de nuestra capacidad de recuerdo que nunca se pierde.

Escrito por Mercé Boada Rovira y LLuís Tárraga Mestre, es un pequeño libro de 64 páginas, pero inmenso y enorme en cuanto al mensaje de esperanza y amor que trasmiten sus letras.