Hogewey en Holanda, fue el primer “Pueblo sin memoria” que se creó como experiencia piloto para trabajar de forma terapéutica en espacio real con enfermos de Alzhéimer y demencias afines. Ahora, es en Wiedlisbach, cerca de Berna (Suiza), donde se está construyendo un pueblo de similares características, con capacidad para 200 residentes.
Lo más significativo y novedoso de estas dos iniciativas es la singularidad de crear un entorno único, una pequeña ciudad con todas las características y servicios de una “de verdad”, pero simulada y adaptada a los enfermos que esta patología. Un Pueblo donde no eres raro, ni diferente, ni extraño por no pagar correctamente en un supermercado; donde no te miran mal por no saber respetar el turno en la cola del banco.
Es, en definitiva, un pueblo sin memoria, sin estrés, sin miedo, sin depresión y angustia……todos esos sentimientos negativos y perjudiciales que sufre un enfermo de Alzhéimer cuando se da cuenta de que ya no es capaz de ser el que era.
El objetivo, por tanto, es disminuir los niveles de ansiedad y depresión del enfermo, creando un entorno tranquilo y alejado de los típicos estresores cotidianos que tanto aceleran el curso de la enfermedad.
Es un “Pueblo sin memoria”, sin prejuicios, sin angustias……….es un pueblo lleno de personas que dentro de su olvido, al menos “son felices”.