Redacción. Madrid
La artritis inflamatoria más común, la gota, está vinculada a un mayor riesgo de problemas cardiacos y renales; pero mira por donde, parece tener un efecto protector para el cerebro. Esto es gracias al ácido úrico, el producto químico que puede cristalizar en la sangre de una persona y que provoca la patología en sí misma, según señala un grupo de investigadores estadounidenses.
Dado que los estudios previos señalaban que las propiedades antioxidantes del ácido úrico pueden proteger contra el desarrollo o la progresión de las enfermedades neurodegenerativas como el párkinson, este equipo de científicos decidió evaluar el posible impacto de la gota en el riesgo de desarrollar alzhéimer entre la población.
Los investigadores, dirigidos por la División de Reumatología, Alergia e Inmunología del Hospital General de Massachusetts y el Centro Médico Universitario de Boston (Estados Unidos), han llevado a cabo un estudio con información de 1995 a 2013 tomada de la Red de Mejora de la Salud (THIN, en sus siglas en inglés). Se trata de una base de datos de registros médicos electrónicos que es representativa de la población del Reino Unido.
Los autores han analizado a 3,7 millones de personas de 40 años o más que se habían registrado y matriculado durante al menos un año en el periodo estudiado, excluyendo a los diagnosticados con gota u otra demencia.
El análisis sobre el alzhéimer se ha realizado comparando los adultos con gota con un máximo de cinco personas sin la patología emparejados por edad, fecha de inicio del estudio, año de inscripción e índice de masa corporal. El seguimiento se mantuvo hasta que los participantes desarrollaron la enfermedad, murieron, salieron de la base de datos de THIN o terminó el análisis, lo que ocurriera primero.
Los investigadores han identificado 309 casos de alzhéimer entre 59.224 pacientes con gota con una edad media de 65 años y 1.942 casos entre 238.805 personas en el grupo de comparación durante un promedio de cinco años de seguimiento. Así han visto que había un 24 por ciento menos de riesgo entre los individuos con antecedentes de gota.