Muchos de los que conviven con enfermos de alzhéimer se han dado cuenta de que cuando la enfermedad avanza y con ella el deterioro cognitivo, estas personas quedan muy marcadas emocionalmente por los acontecimientos negativos, aunque al poco rato ya no recuerden por qué se sienten así. Este fenómeno detener sentimientos de tristeza incluso sin recordar el hecho que los provocó ha sido recientemente demostrado y analizado por un equipo del Colegio de Medicina de la Universidad de Iowa.
Edmarie Guzmán-Vélez y otros dos investigadores contaron con la colaboración de 17 personas con enfermedad de Alzheimer probable (recordamos que no se puede garantizar el diagnóstico hasta después de la muerte). Los participantes realizaron el experimento en dos partes. Por un lado, vieron una película que se escogió para generar sentimientos de tristeza. Inmediatamente después de ver la película, se les pasaba un test de memoria declarativa y se les pedía que valorasen en qué grado sentían pena hasta en tres momentos temporales diferentes (inmediatamente, a los 10-15 minutos y a los 30 minutos). El mismo procedimiento se siguió pero utilizando otro vídeo que pretendía generar una emoción de alegría y felicidad.
Los resultados, publicados hace poco en Cognitive and Behavioral Neurology (2014) confirmaron que los pacientes con enfermedad de Alzheimer eran incapaces de recordar las películas que habían visto. Sin embargo,los afectados permanecían ‘emocionados’ y seguían diciendo que se sentían profundamente tristes o alegres a pesar de no recordar por qué se sentían así. De forma importante, los investigadores encontraron que este fenómeno es mucho más marcado para los sentimientos negativos como la pena, que duraban más de 30 minutos tras la película.
Estos hallazgos coinciden con esa percepción que los profesionales y los cuidadores observan a diario en los afectados, y tendrían ciertas implicaciones de cara a su cuidado. Sería recomendable entonces intentar evitar que los pacientes se enteren de acontecimientos negativos, siendo ésta una forma de evitarles sentimientos de tristeza que después permanecen largo rato aunque se olviden los motivos que los causaron.