Jueves, 09 Octubre 2014 09:50

DECÁLOGO PARA LLEGAR A LOS 90 AÑOS CON BUENA SALUD

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La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ha explicado, con motivo de la celebración el pasado 1 de octubre del Día Internacional del Mayor, los diez hábitos de vida saludable que debemos tener siempre presentes si deseamos mantener una buena salud hasta edades avanzadas.

Esperamos que os sirvan, os ayuden y sobre todo y ante todo, QUE LOS PONGÁIS EN PRÁCTICA.

1. Llenar la despensa de fruta: las frutas son los alimentos con mayor cantidad de nutrientes y sustancias altamente beneficiosas para nuestra salud. No importa en qué etapa de su vida se encuentre una persona, el consumo frecuente (5 piezas al día) de frutas es una de las mejores «medicinas» para cuidar nuestra salud y tener una vida larga y sana. Sus antioxidantes son capaces de proteger nuestras células de los efectos de los radicales libres, que dañan las células aumentando el riesgo de padecer algunas enfermedades como las enfermedades cardiacas o el cáncer.

2. Caminar 30 minutos al día: No se necesita mucho para hacer algún tipo de actividad física, solo algo de voluntad. Tampoco es preciso realizar grandes hazañas deportivas ni batir marcas. Realizaremos ejercicio acorde a nuestra condición física previa y a nuestras posibles limitaciones. Con algún tipo de ejercicio de los llamados aeróbicos, por ejemplo caminar y un mínimo de ejercicios de tonificación (resistencia) y elasticidad será suficiente. En el caso de caminar puede ser suficiente hacerlo en un total de dos horas a la semana en mujeres o dos horas y media en hombre.

 

3. Disfrutar del hoy y del ahora con optimismo:  No vivir aquí y ahora implica un gran desgaste psicológico y hace que nos olvidemos de lo realmente importante, que es vivir y disfrutar hoy en el pleno conocimiento de que este momento nunca volverá a pasar. Un reciente estudio de la Universidad de Londres nos muestra que las personas que enfocan la vida con optimismo y que procuran ser felices cada día viven, de media, cinco años más que las personas pesimistas. Además, estos años vividos lo son con una mayor calidad de vida.

4. Apuntarse a clase: Un curso de lectura, la universidad para mayores, un taller de manualidades…Nunca es tarde para aprender, dice el refrán. Algunas personas que no tuvieron, por desgracia, la oportunidad en su momento de ir al colegio, de aprender a leer o a escribir, lo hacen de mayores. También podemos estimular nuestra mente realizando ejercicios de memoria, leyendo y comentando cosas, haciendo programas específicos de estimulación que incluyan diversas parcelas a estimular, entrenando día a día a nuestro cerebro.

5. Nunca tomar la pastilla que le vino bien a la vecina: sabemos en la actualidad que muchas de las personas mayores tienen tendencia a la automedicación. Cuando se introducen fármacos sin control por parte del profesional médico, puede ocurrir que modifiquemos el efecto que esperamos del tratamiento que se venía siguiendo o que los medicamentos que se ha optado por tomar no sean compatibles con los que tenía prescritos anteriormente y que aparezcan graves problemas de salud, e incluso puede ocurrir que los nuevos medicamentos vayan mal para otra enfermedad que padezca la persona y no se haya tenido en cuenta. Por ello, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología recuerdan que las decisiones en cuanto a la toma o retirada de tratamientos deben recaer siempre en manos de profesionales.

6. No tener reparo en usar el bastón: hoy en día a muchas personas mayores les cuesta decidirse a usar el bastón; este elemento de apoyo, que muy equivocadamente tiene connotaciones peyorativas, nos puede salvar la vida en más ocasiones de las que pensamos. Las caídas son un punto importante que limita la calidad de vida de las personas de edad y que puede llegar a provocar la muerte de la persona.

7. No pasar toda la vida con las mismas gafas: con el paso del tiempo nuestros sentidos van sufriendo modificaciones que pueden alterar lsu función. Si estas alteraciones interfieren en la vida de la persona mayor estaremos ante una enfermedad y no ante un cambio natural e imputable a la edad. Por tanto, deberíamos acudir a nuestro especialista para diagnosticar y mejorar esos déficits que tanto repercuten en nuestra vida.

8. Hacerlo tú solo: las personas mayores no deben dejar que los demás hagan las cosas que ellos pueden hacer por sí mismos, siempre que su capacidad y salud lo permita. Preservar nuestra autonomía es esencial para conseguir un envejecimiento activo. Sin duda, cuidándose desde joven y manteniendo un envejecimiento activo lo conseguiremos. Mantener la autonomía es un logro consecuente a lo que hemos hecho por preservarla. Recordemos el adagio: “Se envejece como se ha vivido”. Aunque sea de un modo más lento o con una relativa agilidad, las personas mayores deben seguir haciendo sus actividades o parte de ellas, además de adquirir autonomía, les permitirá sentirse útiles.

9. Dormir 7 horas al día: el sueño no solo sirve para que nuestro cuerpo descanse. También es muy útil para que nuestro cerebro module algunas de sus funciones, como puede ser grabar algunas cosas en nuestra memoria más profunda, es decir, consolidar cosas que hemos hecho o aprendido durante el día. Además, podemos decir que existe relación entre dormir mal o no dormir y desarrollar pensamientos negativos, por lo que habrá una influencia directa entre descanso y salud emocional. El sueño, por tanto, protege a nuestra mente. Cuando somos mayores puede ser necesario dormir en torno a siete horas al día.

10. Participar e implicarnos: ¿En qué? En todo. Participar, implicarnos, mantener aficiones y compartirlas, colaborar con los demás en cuantas actividades nos apetezca… Son válidas desde las actividades lúdicas hasta las actividades que suponen un compromiso activo para con los demás. En definitiva, sentirnos partícipes con y por los demás.

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