Miércoles, 12 Noviembre 2025 11:25

“Tú no eres mi hijo” Entendiendo la prosopagnosia en personas con demencia.

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NOTICIA NEURO

 

A veces, las personas con demencia comienzan a tener problemas para reconocer rostros familiares, incluso los de sus seres queridos. Esta dificultad se llama prosopagnosia o agnosia facial, y forma parte de los cambios que pueden ocurrir en el cerebro con el avance de la enfermedad.

¿Qué es y por qué ocurre?

La prosopagnosia no significa que la persona “no vea bien” o que no recuerde quién eres, sino que su cerebro ya no puede asociar un rostro con una identidad. Las zonas del cerebro encargadas de reconocer las caras van perdiendo su función por la propia evolución de la enfermedad.
Por eso, aunque la persona mire de frente a su hijo o a su pareja, puede no saber quién es, lo que suele causar confusión o miedo.

A continuación, os ofrecemos algunas estrategias para afrontar y manejar este síntoma:

Preséntate si es necesario: al acercarte, dile tu nombre y relación. Por ejemplo: “Hola papá, soy Marta, tu hija”.

Usa elementos reconocibles: un color de ropa que le guste o un accesorio habitual puede servirle de pista.

Revisa fotos juntos: mirar álbumes con nombres escritos ayuda a mantener vínculos y recuerdos.

No discutas ni corrijas si no te reconoce: es mejor sonreír, hablarle con calma y seguir la conversación. Insistirle en quién somos cuando la persona no nos está reconociendo solo aumenta la ansiedad y el miedo.

Refuerza el afecto: aunque no te reconozca con la vista, puede sentir tu tono de voz, tu ternura y tu presencia.

Recordar que la prosopagnosia no es desinterés ni falta de cariño, sino una consecuencia de la enfermedad. Lo más importante es mantener el vínculo emocional, que muchas veces permanece incluso cuando la memoria falla.

 

Neuropsicología Alzheimer Tierra de Barros

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