Además, no hay nada mejor para combatir los efectos negativos del cambio de hora del pasado domingo que una actividad física moderada, y caminar es el mejor ejercicio para nuestros abuelos ya mejora el sistema musculoesquelético, favorece la circulación sanguínea, previene los problemas respiratorios al aumentar el intercambio gaseoso y el drenaje de secreciones.
Nada mejor que caminar unos 20 minutos diarios para mantener las capacidades físicas de un paciente de Alzheimer, combatimos así la miastenia primaveral que tanto se hace notar en nuestro tipo de pacientes.