El síndrome del soldado solitario se produce cuando los cuidadores principales se sienten únicos responsables del cuidado de su familiar, asumiendo toda la carga, caminando hacia delante día tras día sin tener en cuenta las necesidades propias emocionales. Es el resultado de pensar que nadie como tú podrá cuidar del enfermo, o que nadie sabrá hacerlo con la misma dedicación o mimo que tú.
¿Puede un soldado solo librar una batalla con éxito?
En realidad, se necesita un ejército entero para librar eficazmente un propósito como tal. Y aunque es cierto, que a veces la cruda realidad nos lleva a situaciones extremas en las que a veces nos vemos muy solos en esta ardua tarea. Existen posibilidades que debemos conocer y elegir para evitar el síndrome del cuidador quemado.
Ante una necesidad, pedir ayuda es la manera más eficaz de solventarlo. Deja atrás las viejas ideas de que pedir ayuda es un signo de debilidad. Infórmate de los recursos disponibles para el cuidado del mayor, tanto servicios como prestaciones o alquiler de medios instrumentales.
Únete a grupos de apoyo para cuidadores, para liberarte emocionalmente y construir una red de seguridad en este nuevo desafío de la vida.
Organiza, espacios semanales dedicados exclusivamente al autocuidado personal.
Y recuerda, que siempre podrás tener nuestra mano para prevenir que seas un soldado solitario.
Psicología Alzheimer.