Algunos trastornos como la confusión, la agresividad, la deambulación errática y la dificultad de movimiento hacen que sea necesario realizar algunas modificaciones en la casa para que siga siendo un lugar seguro y confortable.
- Colocar el botiquín y productos de limpieza lejos del alcance de la persona afectada por la enfermedad de alzhéimer.
- Los cables de los sistemas eléctricos deben estar correctamente colocados en trayectos altos y tapados. Colocar también protectores en los enchufes.
- Guardar bajo llave los objetos punzantes, cortantes y peligrosos en general.
- Sustituir la cocina de gas por una eléctrica. Si supone un gasto que no se puede permitir, tener el gas cortado cuando no vaya a utilizarla.
- Cubrir los radiadores con muebles protectores, asegurándose de que están bien sujetos a la pared.
- La persona afectada por la enfermedad de alzhéimer puede olvidarse un grifo abierto; por tanto, procurar tener cerradas las llaves de paso del agua cuando no haya nadie más en casa.
- Si se van a realizar cambios en el hogar, procurar no llevarlos a cabo de forma brusca para no desorientar a la persona que padece la enfermedad de Alzheimer.
- Eliminar las alfombras, evitar el exceso de muebles y adornos.
- Cambiar las sillas inseguras por otras estables con reposabrazos, respaldo, con una altura adecuada y que las patas no sobresalgan del ancho del asiento.
- En las puertas y ventanas será necesario sobre todo en estadios moderados o con trastornos de conducta quitar los cerrojos interiores para evitar que se puedan encerrar.
Fuente: Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) https://www.ceafa.es/es/el-alzheimer/consejos-y-cuidados