Los imprescindibles que debe tener un calzado para resultar efectivo y seguro son:

- Tacón de 2 a 5 centímetros, evitaremos el calzado plano, que no sujeta el arco plantar y da problemas de dolor en la planta del pie y las rodillas

- El material debe ser adaptable y suave, capaz de adaptarse a las deformidades que presenta un pie de edad avanzada, tales como juanetes, dedos martillo… prestaremos especial atención al quitar el calzado para observar si presenta rozaduras o zonas rojas que nos indicaran puntos de presión

- La suela del zapato debe ser gruesa y blanda al andar, aportando confort al paso y facilitándolo en caso de artrosis.

- La horma del zapato debe ser ancha y preferiblemente ajustable con velcro, ya que los pies suelen hincharse a lo largo del día, aun mas cuando existen problemas circulatorios.

- Zapato cerrado por detrás o bien sujeto, cuidando la inestabilidad que provoca un zapato abierto.

- adecuar el zapato a la época del año, en verano debe ser tejido permeable para evitar el sudor y la proliferación de hongos y en invierno calentito e impermeable.

- Y por último y no por ello menos importante, que tenga suela antideslizante para un paso seguro, aun así, debemos estar atentos ya que si la persona arrastra los pies al caminar el calzado antideslizante puede hacer que se quede atascado durante el paso y caer.

Estas son las principales características que debe tener el calzado adecuado, además, en nuestro caso, podemos añadir un plus, hay zapatos con GPS incorporado para evitar las perdidas en caso de enfermos de Alzheimer.

Se acercan las fiestas, ¿qué mejor oportunidad para regalar salud y un paso seguro?

Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)