¿Cómo minimizar este comportamiento negativo?
Aunque no hay formulas mágicas ni panaceas para erradicar totalmente este tipo de comportamientos negativos, y que tanta angustia genera tanto al enfermo como al cuidador, si que e4xisten algunas recomendaciones a tener en cuenta a la hora de minimizar o reducir sus efectos.
1.- Asegurarse de que el enfermo ha descansado bien. Puede ayudar que se eche una pequeña siesta ya que muchas veces la irritabilidad aparece pro la necesidad de sueño. Si no puede dormir, reducir los estímulos externos y las actividades durante una hora. Sentarlo en su sofá favorito, apagar el televisor, poner música suave y relajante. Así podrán descansar, aunque no duerman.
2.- Aprovechar la mañana para realizar las tareas que tengan que hacerse fuera de casa. Normalmente, los enfermos de Alzheimer toleran mejor salir a la calle o hacer otras actividades durante la mañana mejor que por la tarde. Es más positivo y beneficioso ir al supermercado o visitar a los nietos durante la mañana o a primera hora de la tarde. Todo ello seguido de un tiempo en que el enfermo pueda descansar y relajarse.
3.- Controlar el tiempo y la cantidad de estímulos. Controlar los estímulos, incluso por la mañana, es fundamental para no saturar al enfermo con demandas excesivas que a la larga lo único que hacen es generarle más estrés y ansiedad. Es necesario ir paso a paso, sin que sucedan muchas cosas a la vez. Por ejemplo, controlar el volumen del televisor, los juegos de los niños y otros ruidos. A veces, estos estímulos no se pueden controlar, pero sí que sería bueno permitir al enfermo que se retire a otra habitación donde pueda estar más tranquilo.
4.- Identificar y minimizar los síntomas físicos. El paciente puede sentirse incómodo cuando tiene hambre o calor, cuando le molesta alguna prenda de ropa, o incluso si siente algún tipo de dolor. Todo esto puede incrementar su agitación. Por eso es tan importante tener sobre ellos un control de sus necesidades físicas (hambre, temperatura, control de esfínteres, cambios posturales….)
5.- identificar y tratar otras condiciones de salud o molestias. Muchas condiciones de salud y/o molestias pueden contribuir a la agitación: artritis, catarros, alergias, asma, … Los medicamentos recetados para tratar estas molestias también pueden ayudar a mejorar los síntomas del Síndrome del Atardecer.
6.- Observar otras posibles causas. Muchas veces hay estímulos casi imperceptibles que pueden incomodar al enfermo. Por ejemplo, se puede agitar al ver su reflejo en el espejo. Por eso es aconsejable cubrir los espejos con una tela o retirarlos.
7.-Dejarles una parte de vuestro tiempo. Es necesario que los que cuidan a un enfermo de Alzheimer tengan un tiempo para estar solos y tomar respiro. Esto lo precisa tanto el cuidador como el enfermo, que también tiene que descansar de vez en cuando de los que viven con él. Atosigarles continuamente para ver como se encuentran o no dejarlos nunca solos (que no quiere decir sin una mínima supervisión) no es la mejor manera de cuidar.
8.- Mantener el hogar libre de obstáculos. Debe mantenerse la casa segura. Por ejemplo, colocar alarmas de fuego, guardar bajo llave los detergentes y hacer del baño un lugar seguro, accesible y cómodo. Asegurarse de que los pasillos por dónde camina el enfermo estén libres de obstáculos. Los muebles pequeños o bajos pueden resultar peligrosos y frustrar al paciente. Sin embargo, debe evitarse hacer cambios continuos para no confundirles.
Pero aparte de todo lo anterior, lo más impornate y fundamental en este tipo de Síndromes es entender al paciente, ser capaces de buscar empatía con el o ella, para saber ponernos en su lugar, simplificar las cosas y evitar discusiones inútiles que solo llevarán a aumentar la tensión, la culpa y la frustración tanto en el enfermo ocmo en el cuidador. Evitar preguntarle muchas cosas a la vez. No importa lo que haga, hay que evitar convencerle de que sus alucinaciones o sueños no son reales. El cuidadro tiene que intentar mantener la calma, hablándole con tranquilidad y cariño, desviando su atención a otra actividad.
Estos son algunos de los consejos más eficaces y útiles para mantenerle calmado al atardecer. Y si aún así, la agitación persiste y no podemos controlarlo, consultar con el médico es la otra alternativa, por si este cree necesario la ayuda de algún soporte medicamentoso que calme al paciente.
Y no olvidar nunca que a veces EL CARIÑO ES LA MEJOR MEDICINA.