Y es que como bien ha visto la OMS, en el año 2030, más de 80 millones de personas padecerán esta dolencia en todo el mundo, cifra que aumentará hasta los 150 millones de personas en el 2050.
Visto lo visto, no es de extrañar que hayan establecido como prioridad de salud pública esta dolencia degenerativa que dentro de 10 años se convertirá en un auténtico problema sanitario a nivel mundial
Ojalá estos datos sirvan para aunar esfuerzos e invertir aún más en investigación, porque sino el mundo entero sufrirá los estragos de esta epidemia de salud.