Pero si a nosotros nos cuesta adquirir el hábito de caminar diariamente imagínate lo complicado que debe ser para nuestro familiar mayor, si además está afectado de alzhéimer el trabajo es doble.
El truco consiste en integrar el paseo en la rutina diaria, ¿cómo podemos hacerlo?:
- Procurar salir siempre a la misma hora
- Ir aumentando progresivamente la distancia caminada
-A ser posible realizar siempre el mismo recorrido programando las paradas siempre en el mismo lugar
Es aconsejable que nuestro familiar camine siempre acompañado, incluso aunque se encuentre en los estadios iniciales de la enfermedad, no solo evitaremos posibles despistes sino que siempre es más ameno y estará más predispuesto al paseo
Antes de salir a caminar debemos procurar un calzado cómodo y adecuado para evitar las rozaduras y posibles heridas. Al igual que suelas antideslizantes para reducir el riesgo de caídas.
Marina Preciado (Fisioterapeuta Alzhéimer “Tierra de Barros”)