Por Daniel Fernández Burgos

El secreto de la juventud, al menos del cerebro, podría residir en la actividad física . Todos conocemos a personas que durante la vejez conservan una memoria asombrosa, comparable a la de cualquier joven. No faltan los consejos, dichos y demás sabiduría popular al respecto. La vieja máxima griega “mens sana in corpore sano” lo resume muy bien y podría tener la respuesta.

Uno de los factores que determinarían cómo nuestro cerebro llega a la vejez, podría ser la capacidad cardiorrespiratoria (la facilidad con la que el sistema respiratorio y el circulatorio pueden aportar oxígeno a los músculos), tal y como refleja un reciente trabajo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston, publicado en la revista “Cortex”.

Según este estudio, la capacidad cardiorrespiratoria estaría relacionada con la memoria. Concretamente, el trabajo demuestra que las personas mayores con una alta capacidad cardiorrespiratoria tienen un nivel de actividad cerebral mayor que aquellos con baja capacidad cardiorrespiratoria.

Para este estudio se seleccionaron dos grupos, uno de 26 adultos mayores con una edad comprendida entre los 55 y los 74 años, y otro de 31 adultos jóvenes con una edad de entre 18 y 31 años.

En primer lugar, se les realizó un test en el que los participantes debían andar o correr en una “cinta” mientras se les medía el consumo de oxígeno y el intercambio de gases. De acuerdo a los valores obtenidos, se les clasificó en baja o alta capacidad cardiorrespiratoria. Posteriormente, los voluntarios eran sometidos a una prueba para evaluar la memoria, en la que se debía memorizar la cara de una persona adulta con un nombre, y recordar luego qué nombres estaban asociados con las diferentes caras que se habían mostrado. Mientras resolvían este test, los participantes eran examinados mediante técnicas de resonancia magnética, con la finalidad de ver que regiones del cerebro estaban más activas.

A pesar de que los resultados obtenidos por los adultos jóvenes eran mejores que los de los adultos mayores, aquellos que poseían una alta capacidad respiratoria realizaban mejor la prueba que los que tenían una menor capacidad cardiorrespiratoria. Las imágenes obtenidas por resonancia magnética mostraron que existía una relación positiva, en diversas regiones del cerebro, entre la capacidad cardiorrespiratoria y la memoria. Estas correlaciones fueron observadas fundamentalmente en las regiones implicadas en el aprendizaje y la memoria. SE detectó una gran activación de estas regiones en las personas jóvenes, seguido de las personas mayores con alta capacidad respiratoria y, por último, en las personas mayores de baja capacidad respiratoria. Esto es sumamente interesante, ya que indicaría que este fenómeno es capaz de reducir las diferencias ocasionadas por la edad.

El aspecto más interesante del estudio es que la capacidad cardiorrespiratoria “es un factor de la salud que se puede mejorar, mediante un compromiso regular con una actividad física moderada como andar, correr, bailar o nadar. Por lo tanto, iniciar un programa de ejercicio físico, independientemente de la edad, no sólo puede contribuir a los factores más evidentes de salud física, sino que también puede contribuir al rendimiento de la memoria y al correcto funcionamiento del cerebro” tal y como explica uno de los autores del estudio, Scott Hayes, profesor de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston y director Asociado de la Investigación de Neuroimagen del Centro de Veteranos del VA Boston Healthcare System. Esto abre la posibilidad de mitigar, mediante la actividad física, los cambios en la estructura y funcionamiento del cerebro, así como en la cognición, asociados al envejecimiento.

Sin embargo, hay que ser cauteloso con estos resultados. En primer lugar, la muestra sobre la que se realiza el estudio es muy pequeña. Además, el ensayo no analiza otros factores como la genética o la dieta, tal y como afirman los autores del mismo. Pese a todo, el estudio sí que muestra una correlación clara entre la capacidad cardiorrespiratoria y la activación de regiones del cerebro implicadas en memoria y aprendizaje y cómo tiene una repercusión positiva, respecto a los problemas asociados al envejecimiento.

Así que recuerde, su cerebro nunca podrá ganarle la carrera al tiempo, es un rival que nos alcanza a todos, pero de usted depende en qué estado llegue a la meta.

Daniel Fernández Burgos – Alumno del Máster en Neurociencia de la UAM

Fuente: http://abcblogs.abc.es/ventana-cerebro/2017/01/28/el-ejercicio-rejuvenece-el-cerebro/