Lo primero acudir al médico que confirme el diagnostico con un análisis de sangre o de líquido sinovial articular si fuera preciso, el mismo nos prescribirá el tratamiento farmacológico necesario.
La aplicación de hielo en la articulación y elevación del miembro afecto nos ayudara a disminuir el dolor, sobre todo en la fase aguda. Cuando pase la fase aguda y ceda un poco el dolor, podremos empezar con movilizaciones pasivas, masaje superficial con crema de árnica e incluso aplicación de ultrasonidos.
Además de una dieta estricta sin purinas (carne roja, mariscos…) podemos tomar una serie de complementos naturales que nos ayudaran a que este trastorno tan molesto desaparezca:
- Una cucharadita de bicarbonato sódico en un vaso de agua antes de dormir
- Infusiones de cola de caballo
- Semillas de apio
- Cerezas, tanto fruta fresca como en zumo concentrado
Una vez pasado el episodio de gota es recomendable continuar con una dieta adecuada para evitar recidivas, ya que son muy frecuentes, llegando incluso a hacerse crónico y a afectar a la integridad de la articulación.
Marina Preciado (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)