Gabriel García Márquez, o Gabo, como le gustaba que le llamaran cariñosamente, falleció a los 87 años de edad, y todo el mundo de las letras y la literatura llora la muerte de uno de los escritores más geniales de nuestro siglo.
Lo curioso del caso no es que este genio de las letras nos haya dejado, sino que ha sido a causa de dos enfermedades epidémicas que por desgracia cada vez se cobran la vida de más personas, el cáncer, contra el que luchaba desde hacía una década y el alzhéimer, que padecía en silencio porque su familia no había querido hacer público que también padecía este mal degenerativo.
Otro hombre genial que se va a causa del mal del olvido, otra mente privilegiada que dejó de serlo a causa de la enfermedad ladrona de recuerdos. Un mal que no entiende de raza, ni de condición social, ni de nivel cultural, un mal que, cuando te alcanza, te envuelve y te apresa entre sus garras para no soltarte nunca más.
Descansa en paz, Gabo, ya por fin tu mente viaja libre entre las alas de la libertad y la memoria que has recuperado a pesar de tu muerte.