Martes, 30 Junio 2015 21:01

LA "GRANJA ALZHEIMER"

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Reigershove es, aparentemente, una granja como cualquier otra de las muchas que podemos encontrarnos en Holanda, pero con la particularidad de que las 27 personas encargadas de atenderla son enfermos que padecen el mal del olvido.

Esta peculiar, original y eficaz forma terapéutica de tratar el alzhéimer, se implantó en Holanda hace unos años, y hace poco tiempo la Organización mundial de la salud ha reconocido su importancia a la hora de tratar la reinserción y la normalización terapéutica de este tipo de enfermos.

Solo nos queda animar a los estamentos gubernamentales, sanitarios y sociales para que, como la misma OMS dice, inviertan en este tipo de iniciativas para tratar una de las enfermedades más epidémicas del siglo XXI, la demencia alzhéimer.

 

En Reigershoeve reina la tranquilidad; las verduras crecen en camas elevadas, las gallinas ponen huevos y las cabras pastan en la hierba. Lo que en primera instancia puede parecer una granja común es en realidad un hogar para personas con alzhéimer.

Auspiciado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), este centro, ubicado en Holanda, se ha convertido en el hogar de 27 pacientes que ya no pueden ser atendidos en su propio domicilio. Sin embargo, los residentes no se limitan a recibir cuidados, pues la filosofía de Reigershove se basa en fomentar la dependencia de los usuarios, que ayudan al asistente en el cuidado de las tareas, procuran cocinar su propia comida y eligen los horarios de paseo.

“Es importante que las personas con demencia experimenten la libertad y normalidad todos los días. Nuestros residentes son capaces de disfrutar del aire libre en un ambiente seguro. Nos tomamos tiempo para conocer sus hábitos cotidianos y hacerlos sentir como en casa”, explica Dieneke Smit, director de la granja. 

En 2012, la OMS instó a los países a mejorar su inversión para apoyar la atención de las personas con demencia y sus cuidadores mediante el informe ‘Demencia: una prioridad de salud pública’. Desde entonces, Holanda ha demostrado ser pionera en la implementación de planes nacionales orientados a atender a un cupo poblacional cercano a las 250.000 personas.

“En los Países Bajos  se encontró que era necesaria una mayor coordinación en la atención”, explica Jacqueline JM Hoogendam, especialista en demencia del Ministerio de Salud, Bienestar y Deportes del país. Durante la última década, el Programa Nacional de Demencia holandés, creado en consulta con los cuidadores, ha establecido normas de trato y vivienda y ha desarrollado planes de atención al paciente en pro de una mayor participación de la comunidad en el cuidado.

La estrategia se centra ahora en los pacientes en su hogar durante el mayor tiempo posible. “Ofrecemos a las personas con demencia y otras enfermedades la posibilidad de recibir atención en sus propios hogares”. En caso contrario, los fondos de seguros públicos holandeses en enfermería de atención domiciliaria se destinan a pequeños centros como Reigershoeve.

“El Programa Nacional de Demencia Países Bajos está trabajando para proporcionar una atención más organizada, cerca de casa, para que las personas que viven con demencia  se integren plenamente en sus comunidades locales”, concluye esta experta.

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