Además, como las noches no dan tregua, es casi imprescindible dormir con el aire acondicionado, algo que notan no solo nuestras articulaciones sino también nuestros músculos, por eso son muy frecuentes las contracturas en verano.

En cuanto a contracturas, las de la región cervical son las reinas del verano, ocurren por una sencilla razón, el cuerpo suda para regular nuestra temperatura, dicho sudor se acumula en la zona del cuello con gran facilidad, por eso al entrar en contacto con las corrientes de aire frio del aire acondicionado se provoca un espasmo muscular.

Si dicho espasmo se produce sobre un musculo con tensión acumulada o se repite muchas veces, al final da lugar a una contractura.

Una vez que se instaura la contractura en la región cervical deberemos acudir al fisioterapeuta que nos aplicara el tratamiento adecuado, pero lo mejor es prevenirlas. Para ello debemos:

• Evitar la acumulación de sudor, puede parecer una tontería, pero limpiar la zona húmeda antes de entrar en sitios friso o antes de poner el aire acondicionado del coche puede ahorrarnos grandes dolores.
• Cubrir la zona expuestas a las corrientes de aire, una camiseta cerrada o un pañuelo ligero que cubra el cuello evita que el aire nos dé directo sobre esa zona y se contraerá menos.
• Realizar estiramientos de la región cervical frecuentemente, si mantenemos un buen tono muscular evitaremos la tensión acumulada, igualmente son efectivos la aplicación de crema y la realización de un pequeño masaje de la zona.

Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”