Explica el alzhéimer desde un punto de vista afectivo, y nos enseña una gran lección de vida: que LOS BESOS NUNCA SE OLVIDAN, que siempre permanecen en esa memoria del corazón que cada uno tenemos, porque los besos de amor, de cariño, de afecto, de “te echo de menos”, de “ojalá regreses pronto”, de “te extraño”, de “te amo” y de “te quiero”, están siempre presentes en cada persona que los da y cada ser querido que los recibe.
Por eso mañana tenemos que celebrar por todo lo alto este día internacional del beso, celebrarlo regalando besos por doquier, y dándolos, no solo mañana, sino todos los días del año, porque los besos, los abrazos, las sonrisas y las caricias son la única medicina qué hasta el momento, pueden combatir la frialdad de la desmemoria, porque EL AMOR PUEDE MÁS QUE EL OLVIDO.
Y para predicar con el ejemplo, a continuación, os mostramos como lo hemos celebrado nosotros con nuestros abuelos. La felicidad se refleja en cada beso dado, en cada abrazo recibido.
¡FELIZ DÍA DEL BESO!