Jueves, 16 Enero 2014 13:10

¿QUÉ LE PASA AL ABUELO?: CÓMO EXPLICAR A LOS NIÑOS QUÉ ES EL ALZHEIMER

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Hoy vamos a dedicar la entrada diaria a un monográfico relacionado con EL ALZHEIMER Y LA INFANCIA.

Cualquiera que lea esto podrá pensar que hemos perdido la perspectiva, ya que el mal de alzhéimer siempre se ha relacionado con la tercera edad y la vejez.

Es evidente que esta enfermedad nunca va a  afectar a un infante, ni a un adolescente, ni a una persona joven, pero el alzhéimer y las demencias son enfermedades que extienden su daño mucho más allá del enfermo que las padece. Es una dolencia con una compleja red de “Afectados Indirectos”, que sufren las consecuencias al mismo tiempo que el enfermo.

Uno de esos “Afectados indirectos” son la población infantil, niñas y niños que ven como sus abuelos y abuelas ya no son lo que eran, que observan día a día el deterioro, que miran con una mezcla de incomprensión y tristeza  como sus padres y madres lloran en silencio por la enfermedad del abuelo o la abuela.

Es por eso imprescindible y necesario explicar a los niños lo que le está sucediendo a sus abuelos, hacerles partícipes de los síntomas y de los momentos de la enfermedad por los que pasarán sus abuelos, no solo como una manera de mitigar la angustia que les produce el no comprender lo que pasa, sino porque la personalidad infantil, la espontaneidad, la sinceridad y la alegría innata de esta etapa de la vida, en muchas ocasiones es la mejor medicina para ayudar a sobrellevar algunos problemas de conducta del enfermo.

No es raro encontrarse a lo largo de la práctica clínica, casos en los que los nietos manejan mejor al enfermo que sus propios padres. Cosas tan básicas como convencer al enfermo para que coma,  que para un cuidador adulto pueden convertirse en un auténtico suplicio, se hacen sencillas y fáciles para un niño o una niña.

Por eso es tan importante implicar a los hijos en el cuidado del abuelo o la abuela enferma, a parte de los numerosos beneficios terapéuticos que esto supone.

No hay nada más reconfortante para un enfermo que poder disfrutar de la alegría y la ingenuidad infantil de sus nietos. En las sonrisas sinceras, en los juegos de la infancia, en la espontaneidad de un abrazo y un beso infantil a veces se encuentra el remedio natural a situaciones conflictivas para el cuidador adulto.

Los dos artículos que hoy os presentamos avalan y refutan este concepto. Esperemos que ayuden a reflexionar a todos aquellos que tiene a su cargo a un enfermo de Alzhéimer o cualquier otra demencia afín. 

 

Los niños suelen tener una imagen muy positiva de los abuelos, sobre todo aquellos que tienen la suerte de pasar mucho rato con ellos. Por eso,para un niño pequeño puede ser muy duro descubrir que de repente su abuelo no recuerda su nombre o que al llevarlo al parque se pierde y no recuerda bien el camino que tantas veces han recorrido juntos.

 

Además, las personas que empiezan a padecer alzheimer, muchas veces se enfadan por cualquier motivo y se vuelven bastante desconfiadas. Esto para un niño que ha confiado tanto en su abuelo puede ser muy triste.

 

Los niños han de ser conscientes de que todo el cambio de sus abuelos es causa de una enfermedad y que ni ellos ni ningún familiar son culpables de su mal humor o la desconfianza.

 

¿Cómo explicarlo?

 

Cuando los niños son más pequeños es importante que, en primer lugar, no dejen de perderle el respeto al enfermo. Han de comprender que no es “un loco” que hace cosas porque sí, sin más, si no intentarle hacer entender que es el cerebro el que no funciona bien.

 

Puedes explicarle que la memoria son como bolitas donde se guarda la información, si esas bolitas dejan de funcionar los abuelitos no pueden recordar algunas cosas.

 

Pero, sobre todo, esta enfermedad no ha de crearles inseguridad, por eso explícales a tus hijos sólo la padecen los abuelitos, no los padres, ya que es una enfermedad que en suele aparecer a partir de los 60 años.

 

Hacerles comprender lo que está pasando en sus abuelos les hará entender que no les han dejado de querersi no que su cerebro no les permite saber quién son los demás o que no recordar algunas palabras les pone de muy mal humor. Puede que al principio tus hijos se queden bloqueados cuando su abuelo les pregunte quiénes son, invítales a que respondan explicándoles quiénes son todas las veces que haga falta.

 

Si tus hijos son más mayores puedes invitarles a que te ayuden en el cuidado de su abuelo con tareas muy simples como ponerle las zapatillas en casa, o ponerle una almohada para que esté más cómodo en el sofá: aunque su abuelito no recuerde nada del pasado, en el presente valora cada detalle, porque las personas con Alzheimer necesitan sentirse seguras con pequeños gestos.

 

¿Dejaremos de hacer cosas juntos?

 

Seguramente lo que más echará de menos un niño cuyo abuelo padece Alzheimer es realizar alguna actividad con su abuelo. Así que puedes pensar qué pueden hacer abuelo y nieto. 
Por ejemplo, muchas personas mayores recuerdan acontecimientos muy lejanos aunque no sepan qué hicieron ayer. Pueden ver juntos fotografías antiguas, seguro que el niño se sorprenderá descubriendo bisabuelos y el abuelo disfrutará contándoselas.

 

Tener unas rutinas puede ayudar a los ancianos con Alzheimer, así que puedes encargarle a tu hijo, por ejemplo, que riegue las plantas con su abuelo, o darle la comida a los peces. 
Así tu hijo podrá compartir tiempo con su abuelo y, poco a poco, aprenderá a tratarlo. Es importante también que, ya que es una enfermedad que evoluciona con el tiempo, el nieto aprenda a convivir con ella y a asumirla.

 

¿Porqué se enfada tanto conmigo? ¿Porqué llora?

 

Uno de los aspectos que pueden ser más duros para los niños son las reacciones inesperadas de sus abuelos. Por eso es fundamental que ellos comprendan que no son culpables ni sus abuelos ni ellos, si no su cerebro que les juega malas pasadas.

 

Hazle comprender a tu hijo que si el abuelo se enfada, lo mejor que puede hacer es no intentar discutir con él. Si de repente se pone a llorar puede ser muy duro para tu hijo. Hazle ver que para su abuelo lo importante es saber que a pesar de su enfermedad, lo seguís queriendo.

 

Como decía una campaña por a concienciación del Alzheimer, el cariño es presente. Aunque no puedan recordar algunas personas o cosas, el cariño y el amor de sus nietos les puede confortar mucho.

 

No dejes de abrazar y dar besos y decirle a los ancianos que les quieres, así tus hijos también lo harán y a la vez que van comprendiendo por qué sus abuelos ya no saben hacer muchas cosas, ayudarán a sus abuelos a sentirse más seguros.


El Alzheimer es difícil para todos… a veces a los hijos también les cuesta comprenderlo y aceptarlo. Cuando en una familia hay un enfermo de alzheimer se producen tensiones y nervios que los niños no siempre pueden entender. Lo importante es que puedan hablar con confianza de sus sentimientos.

 

Cosas que te pueden ayudar…

 

-Si el niño tiene edad puedes involucrarlo en algunas pequeñas tareas para ayudar al anciano. Sin embargo, no lo fuerces ya que puede ser contraproducente y generarle más tensión.

 

-Al principio puede que tu hijo se avergüence de su abuelo y si vive con vosotros no querrá que sus amigos vayan por temor a alguna reacción inesperada. Es algo normal. Háblalo con él y dale tiempo de que lo asumay se de cuenta de que es una enfermedad común y que seguro que sus amigos podrán comprender.

 

-Para intentarles hacerles comprender puedes pedirles que te cuenten algo sin utilizar ciertas palabras, a modo de juego de tabú, para que comprendan y empalicen cómo se sienten sus abuelos. Por ejemplo, que te cuente con detalle todo lo que ha hecho en el patio sin decir: almuerzo, bocadillo, amigos, jugar, profesora

 

 

 

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