Seguimos explorando las distintas articulaciones afectadas por artrosis, esta semana os hablamos de la artrosis en manos y dedos. Es mucho más frecuente en mujeres de 50 años que en hombres, con una componente genética bastante marcada, aunque puede aparecer en jóvenes provocada por fracturas o luxaciones repetitivas en deportistas.
Generalmente los síntomas empiezan en una sola articulación, el dolor se acompaña de un brote inflamatorio que mejora con el reposo y aumenta con el inicio del movimiento, sobre todo después de un periodo de inactividad. El paciente va a sentir rigidez en las manos después del reposo prolongado, que no suele durar más de 15-30 minutos.
Debido a la destrucción del hueso, las alteraciones de los ligamentos, tendones y cápsula articular, y a la contractura muscular se produce una deformidad, estos nódulos en la articulación limitan mas los movimientos y dificultan realizar movimientos complejos.
Vamos a diferenciar las artrosis de las distintas articulaciones de la mano, aunque no es raro encontrar varias de ellas en una misma persona
Artrosis de las interfalángicas distales
Es la más típica. Los pacientes notan un engrosamiento lento y progresivo de estas articulaciones interfalangicas distales hasta formar los denominados nódulos de Heberden. Estos nódulos al inicio suelen cursar con inflamación de la zona, con dolor y enrojecimiento, aunque a medida que avanzan el dolor es más tolerable quedando instaurada la deformidad y la limitación de la articulación.