Cómo hemos venido anunciando con anterioridad, tanto en nuestra web como en nuestra página de Facebook, hoy 21 de septiembre, DÍA MUNDIAL DEL ALZHÉIMER, vamos a estrenar y a dar a conocer la maravillosa sorpresa que “Reinolds Photography” ha prepara do para nuestro colectivo, como una forma desinteresada, altruista y generosa de colaborar y apoyar nuestra causa.

Este ”documental de vida” que podéis visionar tanto aquí como en nuestro facebook, es un reflejo de lo que supone padecer la enfermedad que roba lo más importante del ser humano, sus recuerdos, una enfermedad que poco a poco va borrando la identidad de los que la sufren.

Una enfermedad que hace olvidar lo que fuimos y lo que somos, hasta el punto de llegar a no reconocer nuestro propio reflejo en un espejo.

Una enfermedad cruel, dañina, silenciosa, incurable e irreversible que aleja al enfermo de la realidad y lo sumerge en un mundo de tinieblas y oscuridad.

Sus cerebros se van apagando a la misma vez que desaparecen sus recuerdos, y sus vivencias se difuminan como un barco a la deriva en medio de una espesa niebla de desmemoria.

La vida deja de ser vivida, y el enfermo se encoje y se hace cada vez más pequeño e indefenso, como un “niño grande” que necesita continuamente la supervisión y la ayuda de los demás para seguir viviendo.

Retroceden poco a poco, lentamente a veces, a una velocidad de vértigo en otras ocasiones, pero al final, el camino se acaba en un mismo punto irremediable, la total oscuridad.

Por eso hoy, día en el que el mundo celebra la lucha contra el mal del olvido, queremos dar las gracias a Fernando Reynolds, director, productor y creador de este maravilloso proyecto audiovisual, por darle voz a los gritos silenciosos de los que por desgracias pasan sus días dentro de la oscuridad del silencio.

Gracias por demostrarle a la sociedad, que a pesar de todo lo que la enfermedad les ha robado, siguen conservando sus sonrisas, sus llantos a veces, sus momentos de alegría y sus miradas a gradecidas cuando les regalamos lo que nunca olvidan, el amor y el cariño.

Gracias Fernando, de todo corazón, por la delicadeza con la que has tratado a nuestros usuarios, a nuestros queridos “abuelos”, y sobre todo, gracias por regalarnos este hermoso rayo de luz que nos enseña el camino de la esperanza entre la niebla del olvido.