Martes, 04 Agosto 2015 11:48

LA IMPORTANCIA DE LA VITAMINA D PARA EL CEREBRO ¿POR QUÉ ES NECESARIO TOMAR EL SOL?

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En esta época estival hay algo que nos hace quejarnos en muchas ocasiones pero que también, correctamente utilizado, nos aporta inmensos beneficios para nuestra salud tanto física como cerebral.

Hablamos del astro rey, del sol, que en ocasiones nos incomoda con su exceso de luz y calor, pero que puede regalarle beneficios maravillosos a nuestro sistema cerebral.

Esto es precisamente lo que explica el artículo que os presentamos a continuación, en el cual se expone por qué es tan necesario tomar el sol de forma correcta para aportar la cantidad adecuada de vitamina D, una de las más necesarias para la salud del sistema nervioso central.

No dejéis de leerlo porque merece la pena.

 

¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D, conocida como la vitamina del sol, es generada de forma natural por el cuerpo humano cuando la piel se expone de forma directa a la luz solar. Normalmente la mayoría de las personas pueden satisfacer las necesidades de esta vitamina mediante la simple exposición a la luz durante un cierto tiempo.

De igual modo, algunos alimentos pueden proveernos de Vitamina D, aunque dada su baja concentración, existen muchos preparados alimenticios enriquecidos con este compuesto.

La función principal de la Vitamina D es ayudar al cuerpo a absorber el calcio, que junto con el fósforo, son dos minerales esenciales para la formación normal de los huesos.

La importancia de la vitamina D

Un estudio reciente, publicado en la revista Neurology, analizó la relación entre la hipovitaminosis D (carencia relativa de una o varias vitaminas con las subsiguientes consecuencias) y la manifestación de pérdidas cognitivas. Durante más de 4 años, la Universidad de Padua realizó un estudio sobre unas 2000 personas mayores utilizando pruebas de velocidad de reacción mental y memoria. Se midieron los niveles de 25-hidroxivitamina D (250HD) en suero, que posteriormente se relacionaron con el rendimiento de las pruebas cognitivas.

Para verificar estas pruebas, usaron métodos que no se vieran afectados por otros factores como el estado de salud general y el rendimiento físico. Los resultados fueron reveladores:

Deterioro cognitivo

Las personas con deficiencia o insufuciencia de 250HD tenían mayor susceptibilidad a desarrollar deterioro cognitivo que las personas con niveles suficientes.

Factores Predictivos

En personas mayores sanas, unos niveles de 250HD inferiores a 75 nmol/L predecían una disfunción cognitiva global a medio plazo (4,4 años).

Los resultados y datos generados por este estudio apoyan los resultados previos procedentes de modelos animales que demuestran que la deficiencia de vitamina D provoca cambio en la expresión de genes en el hipocampo, una región del cerebro crucial en procesos de memoria y muy afectada en la enfermedad del Alzheimer.

En España, los estudios y análisis de la población indican niveles insuficientes e incluso muy deficientes de esta vitamina. Los descubrimientos citados en este artículo, que relacionan el deterioro cognitivo con los niveles de vitamina D, nos dan más motivos para promover el mantenimiento de niveles adecuados a través de una exposición habitual y saludable al sol, el consumo de alimentos ricos en vitamina D y en determinados casos, con suplementación.

Nuestro equipo profesional de ayuda a domicilio es consciente la importancia de la Vitamina D y promueven de forma habitual en sus servicios asistenciales los paseos saludables bajo el sol.

Cómo y dónde conseguir Vitamina D

Los dos principales medios para obtener vitamina D son el sol y los alimentos.

Baños de Sol

Si vives en las canarias, 15 minutos de exposición diaria en manos, brazos y cara, alrededor de mediodía y en cualquier época del año, proporciona las dosis recomendadas. A primera o última hora del día se produce poca cantidad, incluso en verano. En ciudades como Madrid o Barcelona, hay que combinar de manera saludable la exposición al sol y una dieta enriquecida.

En los alimentos

Sobre todo en el inverno, cuando la radiación UVB es insuficiente, se aconseja consumir alimentos que contengan vitaminaD, como los pescados azules (salmón, sardinas, etc..) o los que se comercializan enriquecidos, como huevos o cereales.

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