"Comenzamos a trabajar con estos ratones para ver cómo estaba su sistema nervioso central y, curiosamente, vimos un modelo experimental que estaba caracterizado muy bien a nivel periférico para estudios de síndrome metabólico o para analizar modelos de obesidad o diabetes, pero que a nivel central realmente no lo estaba", ha aseverado García-Alloza.
En este sentido, la experta ha reconocido que lo que más les sorprendió fue que en el momento en el que sacaron el primer cerebro de un ratón afectado por diabetes mellitus tipo II vieron que tenía una "brutal" atrofia cerebral. "Los cerebros eran muchísimo menores que los cerebros de otros ratones de la misma edad que sí tenían lectores para la leptina", ha apostillado.
Así, los científicos han comprobado que los ratones que padecen diabetes sufren daños primero en la corteza y luego el hipocampo, dos regiones cerebrales especialmente relevantes en los procesos de aprendizaje y memoria.
"En nuestro modelo parece que antes se afecta la corteza y conforme avanza la patología diabética se afecta también el hipocampo. También observamos que el cerebro de estos ratones tiene un aumento muy importante de hemorragias espontáneas, lo que nos lleva a relacionar la diabetes con un tipo de demencia vascular", ha apostillado.
Por todo ello, los expertos han asegurado que estos ratones tienen características patológicas similares a lo que se observa en la enfermedad de Alzheimer, dado que la fosforilación de tau, que es una proteína que al hiperfosforilarse termina dando lugar a ovillos neurofibrilares (conglomerados anormales de proteínas), también está aumentada.
Este hecho aumenta con la edad y también afecta preferentemente a la corteza. "Primero se ve afectada la corteza y después el hipocampo. Pero eso no es todo, estos ratones también tienen limitaciones cognitivas muy importantes, como ocurre en los pacientes que tienen Alzheimer.Es más, se observan que van empeorando a medida que la enfermedad va avanzando. Cuando la diabetes mellitus está muy cronificada, los problemas cognitivos son muy importantes", ha zanjado García-Alloza.
Investigadores de la Universidad de Cádiz, en colaboración el Hospital Puerta del Mar, la Harvard Medical School y el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, han conseguido relacionar la diabetes mellitus tipo 2 con enfermedades que poseen algún tipo de demencia vascular como, por ejemplo, el Alzheimer.
"Nos hemos centrado en analizar una relación que cada vez tiene más aceptación dentro de la comunidad científica, hemos analizado mucha bibliografía que muestra una relación muy estrecha entre diabetes y Alzheimer, y en la que se afirma que la diabetes es un factor de riesgo importante para este patología u otro tipo de demencia vascular", ha explicado una de las autoras del estudio, Mónica García-Alloza.
Los investigadores, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Psychoneuroendocrinology' y recogido por la plataforma Sinc, comenzaron a trabajar con un ratón sin receptor para la lectina (un animal que no siente saciedad en ningún momento, por lo que es obeso y come compulsivamente), lo que lo provoca una alteración en todo su metabolismo y desarrolla una resistencia insulínica, favoreciendo así la aparición de diabetes de forma muy temprana.
"Comenzamos a trabajar con estos ratones para ver cómo estaba su sistema nervioso central y, curiosamente, vimos un modelo experimental que estaba caracterizado muy bien a nivel periférico para estudios de síndrome metabólico o para analizar modelos de obesidad o diabetes, pero que a nivel central realmente no lo estaba", ha aseverado García-Alloza.
En este sentido, la experta ha reconocido que lo que más les sorprendió fue que en el momento en el que sacaron el primer cerebro de un ratón afectado por diabetes mellitus tipo II vieron que tenía una "brutal" atrofia cerebral. "Los cerebros eran muchísimo menores que los cerebros de otros ratones de la misma edad que sí tenían lectores para la leptina", ha apostillado.
Así, los científicos han comprobado que los ratones que padecen diabetes sufren daños primero en la corteza y luego el hipocampo, dos regiones cerebrales especialmente relevantes en los procesos de aprendizaje y memoria.
"En nuestro modelo parece que antes se afecta la corteza y conforme avanza la patología diabética se afecta también el hipocampo. También observamos que el cerebro de estos ratones tiene un aumento muy importante de hemorragias espontáneas, lo que nos lleva a relacionar la diabetes con un tipo de demencia vascular", ha apostillado.
Por todo ello, los expertos han asegurado que estos ratones tienen características patológicas similares a lo que se observa en la enfermedad de Alzheimer, dado que la fosforilación de tau, que es una proteína que al hiperfosforilarse termina dando lugar a ovillos neurofibrilares (conglomerados anormales de proteínas), también está aumentada.
Este hecho aumenta con la edad y también afecta preferentemente a la corteza. "Primero se ve afectada la corteza y después el hipocampo. Pero eso no es todo, estos ratones también tienen limitaciones cognitivas muy importantes, como ocurre en los pacientes que tienen Alzheimer.Es más, se observan que van empeorando a medida que la enfermedad va avanzando. Cuando la diabetes mellitus está muy cronificada, los problemas cognitivos son muy importantes", ha zanjado García-Alloza.