El pasado miércoles tuvimos unos invitados de excepción en nuestra sala Multisensorial, ya que les preparamos una sesión especial de relajación y estimulación sensorial a los familiares que acuden a nuestros grupos de ayuda mutua (GAM). Y que como cada mes, están deseando vivir en primera persona todo lo que concierne a sus seres queridos y la enfermedad que, por desgracia, sufren.
Pudieron ver de primera mano como trabajamos con sus familiares y experimentar sensaciones dentro de la sala que, acostumbrados al trajín diario, pasan desapercibidas.
Aprovechamos además para darles unas pequeñas pautas a seguir para incorporar la estimulación sensorial no solo en la rutina del cuidado diario de sus enfermos, sino en la suya propia y así favorecer el desarrollo de los sentidos y una mejor percepción de los mismos.
Fue una experiencia muy enriquecedora para ambas partes y sirvió para enseñarles otra manera de ver el trabajo cognitivo que día a día realizamos con sus enfermos, haciéndoles comprender que cualquier cosa, por muy insignificante que sea, puede servir para estimular cognitivamente al cerebro.