Es un concepto que permitiría explicar las diferencias individuales en el impacto sobre el rendimiento cognitivo que produce una determinada patología cerebral.
Tendría que ver con el diferente punto de partida de cada individuo; parte cuando se inicia un proceso neurodegenerativo y las respuestas activas que permiten mantener una funcionalidad sin mermas aparentes.
Todavía no están aclaradas las bases anatómicas de la reserva cognitiva. Algunos estudios neuroanatómicos han demostrado un mayor tamaño neuronal en sujetos con una mayor actividad intelectiva. Probablemente, una parte de esta mayor adquisición de capacidades tenga un sustrato genético (la reserva cerebral), pero es también un proceso activo a lo largo de toda la vida y modificable, convirtiéndose en uno de los objetivos de las intervenciones terapéuticas de las enfermedades neurodegenerativas. De hecho,el conocimiento de los factores que pueden aumentar la reserva cognitiva ha servido para evaluar y poner en marcha medidas preventivas frente a la enfermedad de Alzheimer que han mostrado un cierto grado de efectividad.
Texto extraído del Manual de Consulta para Neurólogos de Know Alzheimer, escrito por la Dra. Mº Sagrario Manzano Palomo y el Dr. Guillermo García Ribas.