Y llego Agosto! Muchos de vosotros tendréis la gran suerte de estar de vacaciones y de disfrutar vuestro periodo estival en la playa, siempre se habla de lo buenos que son los paseos por la playa, pero ¿sabéis todos los beneficios que aporta el mar a vuestra salud¿
El agua de mar es rica en zinc, yodo y oligoelementos, lo cual le confiere propiedades antibióticas buenas para la piel, no solo de nuestros mayores(a los cuales baños diarios ayudara en los procesos de cicatrización de heridas) sino también ayuda en caso de eccemas, psoriasis y descamación.
A nivel respiratorio, tanto la disminución de la presión atmosférica que encontramos a nivel del mar, como la brisa marina, favorecen los cuadros de deficiencia respiratoria, tanto de carácter obstructivo, como bronquitis o bronconeumonias, como de carácter restrictivo como la fibrosis propia de la edad avanzada.
A medida que nos hacemos mayores, la capacidad de flotación se hace mas difícil, pero la gran concentración de sal en el agua de mar ayuda a que esta sea mas fácil, obteniendo los beneficios que experimenta nuestro cuerpo con la flotación, a nivel circulatorio favorece la circulación de retorno, a nivel articular disminuye la presión sobre las articulaciones dañadas y favorece la relajación.
Puede parecer complicado hacer una rutina de ejercicios en la playa con una persona mayor y mas si padece Alzheimer, pero os proponemos una pequeña serie para hacer diariamente y poder disfrutar de todas las ventajas que os proporciona el mar:
- Caminar 5 minutos por la orilla del mar
- Nos paramos y levantamos los brazos 20 veces, de modo que acompasemos la respiración al ejercicio, al elevar los brazos inspiramos y espiramos al bajarlos
- Volvemos a caminar otros 5 minutos
- Nos introducimos en el mar y realizamos flexiones de rodillas, 20 con cada pierna
- Flotamos durante 5 minutos en el agua, si esta en calma
- Para terminar volvemos a caminar otros 5 minutos, pero esta vez dentro del agua (con el agua por debajo de las rodillas)
Realizaremos los ejercicios evitando las horas de más calor, a ser posible a primera de la mañana o a última de la tarde.
Marina Preciado Hortigón (Fisioterapeuta Centro de Día de Alzhéimer “Tierra de Barros”)