Las vacaciones para muchos cuidadores de enfermos con alzhéimer se convierten en un momento del año agridulce ya que los recuerdos del pasado chocan frontalmente con las dificultades que viven en el presente, por lo que a veces la falta de tiempo y la escasa energía pueden abrumarlos y agobiarlos aún más.
Por eso vamos a intentar aportar una serie de recomendaciones útiles para que les resulte más fácil y sencillo encontrar su propio equilibrio.
- ASUMIR que las vacaciones van a ser diferentes siendo realista sobre lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer con él enfermo.
- Mantener o adaptar las tradiciones familiares que se consideren importantes, contando con el enfermo tanto como sea posible.
- En grandes reuniones familiares (bodas, bautizos, comuniones, etc.) tener un espacio donde la persona enferma pueda descansar, estar sola, o pasar un rato con menso personas, por si fuera necesario.
- Animar a amigos y familiares a que visiten al enfermo, pero no muchas personas a la vez, y programando las visitas durante la parte del día en que el enfermo está más tranquilo.
- Evitar las multitudes, los cambios bruscos en sus rutinas, y los lugares extraños que puedan causarle confusión o agitación.
- Tratar de encontrar un hueco para las cosas que le gusta hacer al cuidador en vacaciones (pasear por la playa, ir al cine, …)
- Evitar acudir a la playa en los momentos del día de mayor calor o con mayor aglomeración de gente. Es preferible a primeras horas de la mañana o a última de la tarde.
- Mantenerlo continuamente hidratado.
- Si es posible utilizar recursos lúdicos para mantener la estimulación cognitiva aún en vacaciones (jugar a las cartas, cantar o escuchar música, visionado de películas de su época, etc.)
- Elegir lugares vacacionales que no estén demasiado alejados del domicilio habitual por si se hace necesario regresar a casa ante algún imprevisto.
- No alargar en exceso los días de vacaciones. Es preferible, pocos bien aprovechados a muchos malgastados.
- Es conveniente “apartamentos” o “aparta hoteles” antes que hoteles ya que en los hoteles los horarios son más estrictos y en los apartamentos podemos adaptarnos a los horarios y las necesidades de nuestro enfermo, además de que se asemejan más a un entorno doméstico.
- Tener siempre a mano el botiquín de primeros auxilios con la medicación necesaria para cualquier urgencia además de la medicación diaria.
- Y SOBRE TODO, PACIENCIA, EMPATÍA Y AMOR.