Música o "arte de las musas", ya dijo Platón en su día que la música era para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo y cuánta razón tenía ya que la música todo lo inunda.
El Día Europeo de la Música es una fiesta popular internacional, abierta a todos los públicos y a todos los músicos que quieran participar en ella, que se celebra cada 21 de junio, coincidiendo con el solsticio de verano, para que los músicos aficionados voluntariamente salgan a tocar a la calle y se organicen conciertos gratuitos, en los que el público tenga la oportunidad de presenciar sus artistas preferidos sin importar estilo ni origen.
Iniciada en Francia en 1982 como “Fiesta de la Música” e instituida como celebración europea en 1985 (Año Europeo de la Música), la Unión Europea celebra una jornada destinada a promover el intercambio cultural entre los pueblos, el trasvase musical de unos territorios a otros.
La música forma parte de todos nosotros, de nuestro día a día y en muchos casos de recuerdos de una vida y momentos de esta y que mejor que utilizarla como hilo conductor para realizar terapia con enfermos de Alzheimer. ¿Por qué el Alzheimer se lo lleva todo y no la música?
La música perdura en nuestro cerebro más allá del Alzheimer, ellos olvidan mucho de lo que han sido, pero las canciones de su vida siempre perduran en su memoria. No importar la complejidad de la letra o cuanto hace que no escuchan la música se graba a fuego en todos nosotros y evoca emociones, recuerdos de otra época o hace que contacten con el aquí y ahora, es un intercambio en el que el enfermo satisface según la sesión y el momento necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales o cognitiva.
Hay que tener en cuenta que el paciente entra en el centro y deja atrás su casa, su día a día y las personas que lo conforman, siendo consciente o no del ingreso se separa de su familia durante cortos periodos en el caso de los centros de día, o largos si hablamos de residencias, muchos de ellos aceptan la situación pero a otros les cuesta un poco más.
Y a partir de ahí inician una convivencia con personas desconocidas, compartiendo con ellos gran parte de su tiempo y de su vida y teniendo la necesidad u obligación de adaptarse a unas rutinas o pautas impuestas por la normativa del centro.
La musicoterapia aun esta en los comienzos de la mayoría de estos centros pero tengamos en cuenta que es una terapia de apoyo, con un seguimiento riguroso y una evaluación continua donde valorar la necesidad de incluirla dentro de la rutina de los cuidados de estas personas.
Paloma Pascua. Musicoterapeuta del centro de día de alzhéimer “Tierra de barros”