Esta frase, tan usada por todos los que trabajamos con enfermos de alzhéimer no es, como algunos piensan, una simple frase sin sentido, o una forma de intentar suavizar los estragos del olvido.
Es una simple y pura verdad, una verdad tan real como la vida misma que, día a día, podemos constatar al convivir con personas que sufren el mal de alzhéimer.
Ejemplo de ello, es la historia que os presentamos a continuación, una historia, con vídeo en youtube incluido, que refleja fielmente que, el amor nunca se olvida.
No os adelantamos nada, simplemente os invitamos a que veáis el siguiente enlace con la noticia y el vídeo en cuestión para que comprobéis por vosotros mismos esta hermosa verdad.
Amrine fue diagnosticado con la enfermedad de Alzheimer y su esposa Doris ha estado luchando en mantenerlo lo mejor posible,
Un día Amrine salio de casa sin avisar ni dar señal a donde iba a lo que Doris dio parte a las autoridades quienes buscaron a su esposo por varias horas. Lo mejor no fue cuando lo encontraron si no que Amrine tuvo un lapso de claridad y fue por flores para su esposa.
Los oficiales compartieron la noticia y ahora la pareja es de las más conocidas en los Estados Unidos.