Miércoles, 07 Mayo 2014 11:16

"LA TERAPIA DEL VAMPIRO"

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Puede parecer el título de una novela de terror al más puro estilo de “Entrevista con el Vampiro”, pero las últimas investigaciones apuntan a que las transfusiones de sangre joven podrían cambiar el proceso de envejecimiento y mejorar los síntomas de varias enfermedades como el alzhéimer. Estos son los resultados de una investigación de científicos norteamericanos de la Universidad de Harvard y Stanford. 

Los científicos han descubierto que “la sangre joven 'recarga' el cerebro, forma nuevos vasos sanguíneos y mejora la memoria y el aprendizaje gracias a los altos niveles de la llamada 'proteína de la juventud “

Si al final este tipo de resultados se pudiera extrapolar al ámbito de los seres humanos sería un paso de gigante para la mejora o incluso la posible cura de determinadas enfermedades catalogadas, hoy por hoy, como irreversibles e incurables.

Ojalá la “Terapia del Vampiro” sirva para mejorar la calidad de vida de los enfermos de hoy y de los posibles enfermos de mañana.

 

Puede parecer un material de las novelas de terror gótico, pero las transfusiones de sangre joven podrían revertir el proceso de envejecimiento y curar varias enfermedades, incluso la de Alzheimer. Son los resultados de una investigación paralela de los científicos norteamericanos de la Universidad de Harvard y Stanford, informa 'The Telegraph'. 

Los científicos de Harvard revelaron que la sangre joven 'recarga' el cerebro, forma nuevos vasos sanguíneos y mejora la memoria y el aprendizaje gracias a los altos niveles de la llamada 'proteína de la juventud', conocida como 'GDF11', que circula en la sangre y es responsable de mantener el cerebro y los músculos jóvenes y fuertes, pero se apaga paulatinamente a medida que una persona envejece. 

Aunque los investigadores experimentaron con ratones, ellos tienen la esperanza de comenzar los ensayos en humanos en los próximos dos o tres años, ya que estos estudios pueden producir rápidas mejoras para la longevidad y la salud humana. 

Así, el año pasado, el equipo descubrió que la proteína podría reparar corazones dañados. Ahora, el nuevo estudio demostró que el aumento de los niveles de GDF11 en los ratones más viejos mejora la función de todos los órganos del cuerpo. 

Los científicos de la Universidad de Stanford también creen que la sangre joven puede revertir los signos de envejecimiento. En el marco de sus ensayos, la sangre de los ratones de tres meses de edad, se inyectó repetidamente a los animales de 18 meses (cerca del final de su ciclo de vida natural). 

Esta 'terapia de vampiros' mejoró el desempeño de los ratones de edad avanzada en las tareas de memoria y aprendizaje. También se observaron cambios estructurales, moleculares y funcionales en el cerebro, según el estudio.

 

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