En ocasiones podemos ver como nuestro familiar va cada vez más lento, como si se le estuvieran acabando las pilas, camina más despacio, arrastrando los pies y todo lo realiza como a cámara lenta el origen de esta lentitud no es la parálisis o la rigidez articular, en este caso el sistema musculoesquelético no es el responsable de la inmovilidad, sino que nos encontramos ante una causa neurodegenerativa.
Entre los hipocinéticos nos encontramos:
- Bradicinesia enlentecimiento de la velocidad del movimiento, sobre todo en el inicio del mismo, se evidencia en las tareas motoras que requieren mayor destreza y movimientos complejos como abrocharse un botón.
- Hipocinesia, Disminución de la velocidad de los movimientos corporales voluntarios y limitación de su amplitud.
- Acinesia perdida de la movilidad, incapacidad de realizar movimiento voluntario. Su origen no es la parálisis o la rigidez articular, en este caso el sistema
En la enfermedad de alzhéimer nos encontramos con estos trastornos del movimiento en fases intermedias, poco a poco se va haciendo evidente un enlentecimiento de la marcha y pasos pequeños, disminución o ausencia de braceo, empequeñecimiento de la letra en forma progresiva... Aunque no son necesariamente correlativas es lo más frecuente, encontrarnos que nuestro paciente inicia con una bradicinesia y con el avance de la enfermedad termina en acinesia.
Es muy importante el tratamiento preventivo en fases iniciales del alzhéimer, una rutina de ejercicios básicos diarios frena y enlentece la aparición de la bradicinesia, ante los primeros síntomas es importante acudir al médico para valorar el momento en que sea necesario tratamiento farmacológico.