Lunes, 30 Enero 2023 20:58

TRASTORNOS HIPERCINETICOS 1: EL TEMBLOR

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temblores

La semana pasada veíamos las diferentes alteraciones del movimiento, tanto por exceso, en los trastornos hipercinéticos, como por defecto, en los trastornos hipocinéticos. Hoy entraremos un poco más en profundidad en los diferentes trastornos hipercinéticos, estos pueden tener su origen en cualquier parte del sistema motor, desde el córtex motor hasta el músculo, o bien en el sistema extrapiramidal, siendo la característica común a toda la ausencia del control voluntario.

¿En qué debemos centrarnos a la hora de analizar un movimiento involuntario?

  • Su localización: En qué lugar del cuerpo tiene lugar
  • Descripción: qué tipo de movimiento es, flexión, extensión, rotación…al igual que su amplitud, velocidad y fuerza. Si afecta solo a una parte del musculo o al musculo entero
  • Si responde a alteraciones externas de frio o calor, o respuesta a alteraciones emocionales
  • Si aparece también durante el sueño (la mayoría de los movimientos involuntarios aumentan con el estrés y desaparecen con el sueño)

Entre los trastornos hipercinéticos el más conocido y frecuente es el temblor, seguramente todos conocemos a alguien que lo padece ya que es algo muy fácil de reconocer. Denominamos temblor a la serie de movimientos involuntarios, rítmicos y oscilatorios que aparecen en las partes distales de las extremidades como dedos y manos, pero también pueden afectarse brazos, piernas, cabeza, lengua y párpados, incluso en ocasiones parece envolver todo el cuerpo.

Podemos determinar muchos factores a la hora de clasificar los temblores, pero la forma más sencilla es si aparecen en reposo o con la actividad

  • El temblor de reposo, como su propio nombre indica es el que aparece cuando se está en reposo, relajado y desaparece cuando el paciente utiliza de forma voluntaria dicha parte del cuerpo. es característico de la enfermedad de Parkinson y otros parkinsonismos.
  • El temblor de acción aparece cuando se realiza alguna actividad

No todos los temblores son síntomas de enfermedad, existe también un temblor fisiológico, que, aunque si es cierto que aumenta en situaciones de estrés, ansiedad o miedo, se da en individuos sanos.

La identificación del origen y la causa del temblor es esencial para aplicar un correcto tratamiento, sobre todo farmacológico, donde el uso de betabloqueantes, anticonvulsivos o incluso toxina botulínica mejoran mucho la calidad de vida del paciente.

 La fisioterapia es una herramienta muy útil a la espera del diagnóstico correcto, se puede ir trabajando en mejorar el control muscular, la funcionalidad y la fuerza mediante ejercicios de coordinación y equilibrio

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