En las sesiones de terapia asistida con perros, los terapeutas han constatado que la relación que se establece entre las personas mayores y los perros son una fuente inagotable de recursos para la promoción del envejecimiento activo, mejorando la movilidad, las capacidades funcionales, estimula la memoria con sus retos cognitivos en la interacción del juego, potencia las habilidades sociales y comunicativas, eleva la autoestima y reduce la sensación de soledad.
Un gran acierto que pronto tendremos la suerte de ver con nuestros ojos en nuestra pequeña familia.
Psicología Alzheimer Tierra de Barros.