El cuello está formado por 7 vértebras cervicales que empiezan en la base del cuello: atlas, axis, C3, C4, C5, C6 y C7. Su función es la de soportar el cráneo, proteger la medula espinal y permitir los movimientos de la cabeza, una tarea nada sencilla para la que necesita mucha ayuda y la encuentra en un sistema complejo de ligamentos, tendones y músculos.
Entre las vértebras se encuentra un disco que amortigua y permite la flexibilidad de la columna evitando el roce entre ellas. Este disco intervertebral esta formado por el núcleo pulposo (que es una sustancia gelatinosa) y el anillo fibroso (que lo mantiene intacto cuando se aplican fuerzas a la columna vertebral)
Debido a la edad o las presiones repetidas sobre el disco este se puede dañar produciendo una hernia discal.
A través de las vertebral cervicales pasa la medula espinal por el canal vertebral, por diversos motivos este canal puede verse estrechado produciendo una estenosis espinal
Otro problema cervical que podemos encontrar en nuestros mayores es la espondilosis vertebral, ya que, no solo es muy frecuente, sino que empeora a partir de los 60 años. A medida que envejecemos los discos vertebrales se van deshidratando, se encogen y aparecen síntomas de artrosis.
Todos estos problemas los iremos viendo a lo largo de las próximas semanas, los síntomas y sobre todo como aliviarlos para mejorar la calidad de vida de nuestros enfermos de Alzheimer.
Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”