Dejar a un lado la rutina durante unos días o semanas puede resultarnos muy beneficioso. Pero para los cuidadores y familiares de personas con Alzheimer el verano y las vacaciones son periodos que pueden ser más complicados.
Hay que tener presente que toda alteración de los hábitos diarios puede afectar a las personas con Alzheimer. En la fase leve de la enfermedad, viajar no suele representar un problema. Sin embargo, a partir de la fase moderada, ya no es muy recomendable. Los cambios que suponen los viajes pueden favorecer la confusión de la persona con Alzheimer y requieren una adaptación para la que no está ya capacitada.
Aspectos a tener en cuenta son: la elección del entorno, no saturar la agenda de planes, el proceso de adaptación y muy importante el descanso del cuidador. Para leer más detallado pincha en el enlace.
Fuente: https://blog.fpmaragall.org/claves-para-la-organizacion-de-las-vacaciones-con-una-persona-con-alzheimer