El dedo gordo, o más técnicamente hablando la primera articulación metatarsofalángica es la más propensa a deformarse, en concreto lo más conocido y frecuente es el juanete o Hallux valgus, pero hay otra deformidad menos conocida por el público en general (a pesar de ser la segunda más frecuente) que causa también mucha invalidez, el hallux rigidus.
El hallux rígidus se trata de una degeneración artrósica y progresiva de esta articulación que ocasiona dolor, disminución de la movilidad y aparición de osteofitos, es decir, como su propio nombre indica, se te queda rígido el dedo gordo y provoca dolor al andar o mover el pie.
La causa más frecuentemente es de origen traumático que ocasiona un daño del cartílago articular que destruye la articulación. Un traumatismo grande o varios microtraumatismos repetidos por mecanismos de hiperextensión o de hiperflexión reiterativos que ocasionan elevadas fuerzas de compresión articular provocando la inflamación de la articulación. Enfermedades inflamatorias como la artritis reumatoide o patologías metabólicas, sobre todo la artritis gotosa, pueden provocar una afectación articular que desarrolle un hallux rígidus secundario. También hay una predisposición anatómica a padecerlo, según la diferente anatomía de cada pie
El tratamiento para el pie, es principalmente quirúrgico, pero en fases iniciales de la enfermedad se recomienda un tratamiento conservador, con fisioterapia, reposo, antiinflamatorios y una evaluación podológica para valorar la necesidad de plantilla.