Y es que rezar es un ejercicio cognitivo estupendo, incluso si la persona no es muy religiosa se sabe de carrerilla las oraciones, ya que es algo que repetimos desde pequeños, sobre todo en personas de su generación.
No solo participan rezando, como cada año, cuando se va acercando el mes, entre nuestras tareas semanales se cuela el de dar color y forma a las flores que conformaran la cruz que nos acompañará todo el mes.