Tenemos dos sistemas circulatorios en nuestro organismo, el circulatorio y el linfático, ambos conectados y de igual importancia. El sistema linfático juega un papel decisivo como parte de nuestro sistema inmune y está compuesto por una red de órganos, ganglios, conductos y vasos linfáticos que producen y transportan linfa desde los tejidos hasta el torrente sanguíneo.
La linfa es un líquido entre transparente y blanquecino compuesto de Glóbulos blancos, especialmente linfocitos y quilo, un Líquido proveniente de los intestinos que contiene proteínas y grasas.
El linfedema es una inflamación de tejidos blandos bajo la piel que aparece cuando el sistema linfático no puede drenar la linfa. Se considera crónico, es decir que una vez que aparece puede llegar a mejorar, pero no desaparece. Podemos encontrar diferentes grados o estadios:
- Estadio 0: Aunque existe una lesión de los vasos linfáticos, todavía no hay hinchazón visible.
- Estadio 1: La hinchazón se desarrolla a lo largo del día, pero desaparece en parte o del todo al elevar el miembro. Si se presiona el tejido con el dedo, se forma un hoyuelo que persiste durante un tiempo.
- Estadio 2: La hinchazón persiste, incluso tras un reposo prolongado. La piel está dura y elevar el miembro ya no sirve de ayuda. Es difícil incluso imposible hacer hoyuelos en la piel.
- Estadio 3: Está caracterizado por la hinchazón y los cambios en la piel (por ejemplo, en forma de ampollas que segregan líquido linfático)
La úlcera linfática se puede producir por edema agudo o por un edema crónico organizado en las extremidades inferiores. Tanto en el caso agudo como en el edema crónico, la úlcera suele presentar un exudado de líquido claro que puede ser de cantidad muy considerable, normalmente se produce por roturas en la piel o por dilatación de los poros de la misma, debemos prestar especial atención a su aparición, ya que se pueden complicar y producir infecciones mucho más graves que la simple ulcera inicial.
Por todo ello es importantísimo no solo la prevención, sino además atacar el problema en sus fases iniciales, acudiendo al médico en cuanto percibamos que algo no va correctamente, será él quien vigile, establezca la pauta y el tratamiento adecuado en cada caso.
Marina Preciado Hortigón. Fisioterapeuta de Alzhéimer “Tierra de Barros”