La sala se llenó de música, pasos de baile, ritmo, sonrisas y personas buenas y comprometidas, personas que, sin dudarlo, ofrecieron a nuestros abuelos uno de los mejores regalos de Navidad, su presencia y su ilusión por bailar.
Una vez más, muchísimas gracias a Juani Abreu, principal artífice de que pueda volver a llevarse a cabo esta maravillosa iniciativa, porque sin su ilusión y sus ganas de traerles el baile a nuestros abuelos, esta visita no hubiera sido posible.
Gracias también al profesor de este magnífico cuerpo de baile, Francisco Porrón, por su sensibilidad, su compromiso y su buen hacer.
Y Gracias a todas las bailarinas y acompañantes que nos han deleitado con su arte, sus bailes, su alegría, y su inmensa generosidad, porque una vez más, han demostrado que no hay mayor muestra de afecto que dedicar una pequeña parte de nuestro tiempo a quienes más lo necesitan y más lo agradecen.
Un inmenso y afectuoso abrazo a tod@s, GRACIAS POR NO OLVIDAR A LOS QUE YA NO RECUERDAN y tened siempre presente que las puertas de nuestro centro y de nuestros corazones siempre estarán abiertas para vosotr@s.